ESTADOS UNIDOS ES EL IMPERIALISMO A LA MÁXIMA POTENCIA

ESTADOS UNIDOS ES EL IMPERIALISMO A LA MÁXIMA POTENCIA

Sergio Ortiz

IMPERIO DE LAS MENTIRAS

El 7 de abril pasado participé de un panel internacional organizado por la Fundación Segundo Paso de Nuestra América y la Universidad Bolivariana de Venezuela, junto a otros intelectuales antiimperialistas. El tema era “Derechos Humanos, Crisis conceptual y Hegemonía Estadounidense”. Yo lo abordé desde el punto de vista político y práctico de que Estados Unidos es el imperialismo y, en materia de DDHH, el imperialismo de las mentiras.

El día de aquellas exposiciones, la realidad nos dio un elemento más para abonar nuestras tesis. Washington logró en la Asamblea General de la ONU que 93 países votaran su iniciativa para suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, alegando violaciones a los mencionados derechos por su operativo en Ucrania.

Para formar esa lamentable mayoría, la representación norteamericana pudo juntar a la mayoría de sus súbditos de la Unión Europea y otros países que orbitan alrededor suyo. En América Latina nos interesa destacar que Chile, Perú y Argentina, en forma muy rastrera, se acoplaron a la moción yanqui. No contaron con una investigación previa que diera certezas a las acusaciones contra Moscú, ni pruebas ni derecho a la defensa. Muchos de esos adherentes comen de la mano de EE UU y del FMI, como el gobierno argentino. Su presidente le decía Putin el 3 de febrero en Moscú que nuestro país quería ser la puerta de entrada de Rusia a América Latina y el 8 de abril le dio el voto a Yanquilandia. En el medio, el Frente de Todos se arrastró hasta el escritorio del FMI para firmar una refinanciación onerosa de la deuda de 45.000 millones de dólares contraída en forma fraudulenta por Mauricio Macri.

Volviendo a la votación en Nueva York, 24 países, entre ellos algunos muy importantes como China, votaron en contra de tamaña maniobra imperial; otros 58 se abstuvieron, que sonó a una defensa indirecta de la postura de Vladimir Putin.

Un dato a tener en cuenta. La Asamblea General de la ONU había votado una resolución similar en 2011 contra el gobierno de Libia de Muammar Khadafy, víctima de una invasión militar y agresión de la OTAN, y finalmente linchado y asesinado aquel año.

Esto replantea un debate para el Tercer Mundo y a nivel global. Es hora de retomar el debate sobre un cambio total de la ONU, de fondo y en sus sistemas y funcionamiento, y hasta un cambio de sede para ubicarla en alguna nación no alineada, como alguna vez propuso el ex presidente de Bolivia, Evo Morales. Esta entidad que hoy condena a Rusia y antes a Libia, no lo hizo con EE UU y sus aliados atlánticos por la guerra de destrucción de Yugoslavia en 1999, ni por el millón de muertos provocados en Irak luego de la invasión de 2003 (dato de The Lancet) ni en las 65 agresiones estadounidenses en el siglo XX y el actual.

Los argentinos repudiamos la conducta claudicante del gobierno porque en Ucrania la agresión es de EE UU, la OTAN y el gobierno de neonazis. Es la misma alianza atlántica que secundó en 1982 a Londres en su agresión a Malvinas, donde instalaron una base militar en Monte Agradable, con 1.500 efectivos y armas ofensivas. Y del otro lado en esa votación del jueves en la ONU estaba Rusia, que fue solidaria con Argentina por Malvinas y nuevamente dio una gran mano durante la pandemia de COVID-19 con la provisión de millones de vacunas Sputnik.

ES UNA PLUTOCRACIA

En Washington y buena parte del mundo políticamente analfabeto, diría Bertolt Brecht, la consideran la mayor democracia del mundo. No lo es. Fidel Castro la llamó “plutocracia”,el gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. Y el comandante daba en la tecla. Esa democracia bipartidista, de demócratas y republicanos alternándose en la Casa Blanca y el Capitolio, sin mayores diferencias entre sí (ayer Donald Trump y hoy Joe Biden, antes George W. Bush y luego Barack Obama, etc), está hecha por y para gente de fortuna. En el Senado el 58 por ciento de sus miembros son millonarios y en la Cámara de Representantes el 44 por ciento. A nivel de la sociedad sólo el 1 por ciento tiene más de un millón de dólares, pero los del Capitolio tienen sumas millonarias cada uno de ellos.

Su sistema electoral deja mucho que desear. Ya van dos comicios donde quien saca mayor cantidad de votos no gana la presidencia porque el segundo tuvo más delegados en los consejos electorales.

Ese sistema plutocrático tiene el centro político en Washington, el músculo militar en el Pentágono y el poder económico y financiero en Wall Street, la meca del capital financiero, la especulación, las crisis y los negocios. La revista Forbes publicó la lista de los multimillonarios. La mayoría son estadounidenses como Elon Musk (autos eléctricos Tesla), Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft), Mark Zuckerberg (Facebook), Warren Buffet y otros. Según Forbes, 2.268 súper millonarios tienen una fortuna de 12,7 billones de dólares.

Mientras esos grandes capitalistas y CEOs de trasnacionales ganan fortunas, en EE UU hay medio millón de personas que duermen en la calle, altos índices de pobreza y poca cobertura de salud. La situación siempre es más grave para trabajadores, afroamericanos y latinos, sobre todo inmigrantes, a los que se trata de frenar con el Muro de México, milicianos armados y guardias fronterizos deteniendo inmigrantes, separando familias y expulsándolos.

El aparato policial es profundamente racista, por eso los afroamericanos tienen muchas más probabilidades de ir presos y de ser asesinados. El fascista Ku Klux Klan no ha desaparecido del todo. De allí la aparición del movimiento Black Lives Matter (las Vidas Negras Importan), en 2015, tras el enésimo crimen de personas de aquel origen étnico, de piel oscura, a los que quieren desaparecer como a los “pieles rojas” indígenas. Esos crímenes quedan casi siempre sin castigo: entre 2013 y 2020 el 98.3 por ciento de los policías que ultimaron a miles de personas quedó impune.

Con el 5 por ciento de la población mundial, EE UU tiene el 25 por ciento de la población carcelaria del mundo, que vive en condiciones horribles. Y ni qué hablar en el caso de los presos políticos, como los 5 cubanos que pasaron detenidos desde 1999 hasta 2014, el ex Pantera Negra Mumia Abu Jamal, preso ya durante 40 años, el boricua Oscar López Rivera, preso político 36 años, desde 1981 hasta 2017, y al igual que los anteriores, durante muchísimos años en celdas de total aislamiento.

Julian Assange, fundador de WikiLeaks, cometió el “horrible delito” de publicar los cables dando cuenta de los crímenes de guerra de EE UU en Irak. Detenido hace años en Londres, afronta un juicio de extradición a EE UU donde se lo quiere condenar a 175 años de cárcel. Es el imperialismo de la mentira y la represión.

EL GENDARME MUNDIAL

Aunque en la reciente asamblea de la ONU se puso la careta “humanitaria”, la misma que se calzó durante la guerra contra Yugoslavia, la esencia y la forma imperialista son indisimulables.

Tiene 1.450.000 soldados, reforzados por 225.000 mercenarios de empresas contratistas, que se dividen el trabajo con los primeros, para llevar a cabo las agresiones en el mundo.

Según algunas estadísticas, hay 625 bases militares estadounidenses en todo el planeta, que otros autores elevan a 872 (77 en América Latina y el Caribe). En el libro de Atilio Borón (“América Latina en la Geopolítica del Imperialismo”, 2012) cita a un periodista especializado del Tom Dispatch, asegurando que son 1.180. Allí se alojan entre 175.000 y 220.000 soldados norteamericanos de las diversas fuerzas, con la misión de invadir países y asegurar los intereses de sus multinacionales, en busca de adueñarse de petróleo, agua, minerales y posiciones geopolíticas favorables.

Todo ese despliegue militar se facilita con un abultado presupuesto de “Defensa” (en realidad Ataque). Para el año fiscal 2023 la administración Biden tendrá una partida militar de 813.000 millones de dólares. Sumando otras rubros, como el destinado a financiar la salud de militares retirados y otros programas de investigación de armas, supera el billón (millón de millones) de dólares. Tal cantidad es muy superior a lo que gastan los principales países de ejércitos numerosos o importantes. Los dispositivos estadounidenses apuntan estratégicamente contra China y la región Asia-Pacífico, así como la expansión de la OTAN hacia el Este procuró cercar a Rusia.

Esas bases militares cumplen papeles invasivos y antidemocráticos, como la de Palanquero en Colombia, utilizada en el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002. La de Honduras, empleada en 2009 para el golpe contra Manuel Zelaya.

Y la de Guantánamo, que ilustra perfectamente el doble carácter criminal del imperialismo. Por un lado supone la continua profanación de la soberanía cubana, desde la Enmienda Mack (1902) que se adjudicó esa zona de Guantánamo a perpetuidad por un canon de un puñado de dólares que rechazó Fidel Castro.

Y por el otro en Guantánamo hay cárceles a donde se llevó y torturó a secuestrados en Afganistán, Irak y otros “oscuros rincones del planeta”, diría Bush. Fueron alojados ilegalmente allí, sin causa judicial ni abogados: en total 779 presos políticos sometidos a esas torturas (9 se suicidaron) y aún quedan 39. Barack Obama prometió en 2009 que cerraría Guantánamo en un año y le dieron el Premio Nobel de la Paz.

Una mentira más del imperio. Quienes merecieron ese Nobel son los médicos y médicas de la Brigada Internacional “Henry Reeve”, de Cuba, que tanto trabajaron antes, durante y después de los picos de pandemia del COVID-19 por la salud de la humanidad.

¿ACUERDOS COMERCIALES POCO ÉTICOS Y MILLONARIOS?: LA INVESTIGACIÓN FEDERAL SOBRE HUNTER BIDEN, EL HIJO DEL PRESIDENTE DE EE.UU., TOMA FUERZA

Una oleada de testigos ha brindado testimonio a los investigadores federales en los últimos meses y se espera que otros más lo hagan en las próximas semanas.

¿Acuerdos comerciales poco éticos y millonarios?: La investigación federal sobre Hunter Biden, el hijo del presidente de EE.UU., toma fuerza

En EE.UU. se está llevando a cabo una investigación federal sobre los impuestos y las finanzas de Hunter Biden, hijo del presidente de EE.UU., Joe Biden, y ha cobrado impulso en los últimos meses.

Una oleada de testigos ha brindado testimonio a los investigadores federales en los últimos meses, y se espera que otros más lo hagan en las próximas semanas, reportó AP, que cita a personas familiarizadas con la investigación.

Esta investigación contra Hunter se remonta a 2018, antes de que su padre fuera elegido mandatario en noviembre de 2020. Se indaga sobre múltiples transacciones financieras y comerciales internacionales, y la atención se centra en tratos con Ucrania, China, Kazajistán y otros lugares.

En diciembre de 2020, un mes después de las elecciones presidenciales, Hunter confirmó la existencia de la investigación. Mediante un comunicado, emitido en ese entonces, dijo que estaba «seguro de que una revisión profesional y objetiva» demostraría que manejó sus asuntos «de manera legal y adecuada, incluso con el beneficio de asesores fiscales profesionales».

Con esta investigación, dirigida por el fiscal federal en Wilmington, Delaware, David Weiss —un remanente de la administración de Donald Trump—, se examina si Hunter y sus socios violaron algunas leyes, como la del lavado de dinero, impuestos y cabildeo extranjero, así como las regulaciones sobre armas de fuego y otras.

De acuerdo con la información de medios estadounidenses, los investigadores han entrevistado a socios comerciales de Hunter, cabilderos e incluso a la mujer con la que tuvo uno de sus hijos.

The New York Times publicó que Hunter había pagado las facturas de impuestos pendientes; no obstante, eso no habría resuelto sus problemas legales, puesto que los impuestos son tan solo un elemento de la investigación.

Los nexos con Ucrania y China

Una de las aristas de la investigación tiene que ver con Burisma, una compañía de energía ucraniana en la que Hunter se unió a su directorio cuando su padre era vicepresidente, durante la administración de Barack Obama.

Hunter formó parte de la junta directiva de Burisma, ganando más de 50.000 dólares al mes, desde 2014 hasta 2019. Parte de ese período coincide con el tiempo en que su padre estaba de vicepresidente de EE.UU., y fue designado por Obama para manejar los asuntos con Ucrania.

En octubre de 2020, el New York Post reportó sobre un supuesto correo electrónico en el que un asesor de Burisma, identificado como Vadym Pozharskyi, aparentemente agradecía a Hunter por invitarlo a conocer a Joe Biden cuando era vicepresidente.

«Querido Hunter, gracias por invitarme a DC y darme la oportunidad de conocer a tu padre y pasar un tiempo juntos. Es realmente un honor y un placer», dice el correo de fecha 17 de abril de 2015, al que tuvo acceso el medio.

La información fue sacada de un computador abandonado por Hunter en un taller de reparación de computadoras en Wilmington, Delaware, en abril de 2019.

Cuando se le preguntó sobre las acusaciones durante su campaña electoral por la presidencia, Joe Biden dijo que se trataba de una «campaña de desprestigio».

Juramentación de Joe Biden como presidente junto a su familia, entre ellos Hunter, 20 de enero de 2021Gettyimages.ru

En abril de 2021, Hunter, en entrevista con la BBC, reconoció que Burisma vio su nombre «como oro» y que eso jugó un papel importante en su contratación y en su nombramiento en la junta directiva.

La semana pasada, The Washington Post publicó un artículo en el que hablaba sobre los acuerdos millonarios de Hunter con una empresa energética china, concretamente con CEFC China Energy.

En el texto señala que en el transcurso de 14 meses, el conglomerado energético chino y sus ejecutivos pagaron 4,8 millones de dólares a entidades controladas por Hunter y su tío, de acuerdo con documentos a los que accedió el medio, incluyendo información del portátil abandonado.

El jueves de la semana pasada, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dijo que Joe Biden no mintió en 2020, durante un debate por las elecciones presidenciales, cuando afirmó que su hijo no ganó dinero en China ni participó en acuerdos comerciales poco éticos en el extranjero.

El computador

El computador abandonado por Hunter sigue formando parte importante en las investigaciones. A finales de marzo, medios como The Washington Post y The New York Times reconocieron finalmente la autenticidad de los correos electrónicos encontrados en el portátil del hijo del presidente, tras señalar que expertos forenses cibernéticos validaron el material asentado en el disco duro.

Aunque este escándalo data del 2020, estos medios admitieron la existencia del computador y que los correos electrónicos que lo vinculan con negocios ilegales en el extranjero son auténticos cuando Joe Biden ya «está a salvo en la Casa Blanca», critica el New York Post, que ha publicado al respecto desde que se inició la controversia.

El Ministerio de Defensa de Rusia detalla cómo el hijo de Biden está involucrado en la «financiación de programas biológicos en Ucrania»

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«Desde el principio, sabían que la información» de los correos electrónicos y la computadora «era real, simplemente no querían hablar» de ello, reprocha el medio.

En el computador se hallaron cientos de correos electrónicos y documentos que vinculan al hijo del presidente estadounidense con una compañía ucraniana de laboratorios químicos, especializada en la investigación de enfermedades que pueden causar pandemias y «podrían utilizarse como armas biológicas».

La semana pasada, el jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirílov informó en rueda de prensa, que el fondo de inversión de Hunter Biden estuvo involucrado en la «financiación de programas biológicos en el territorio ucraniano”

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