Hoy, siento la mochila más que nunca. Hace 41°C de sensación térmica y recién llegamos a Qom, una de las ciudades más sagradas de Irán. «No vayan, ahí está lleno de mulás», nos decía todo iraní con el que hablábamos refiriéndose a esos hombres de turbante que hacen que la ley sharía se cumpla al pie de la letra. Si no fuera porque tengo que estar cubierta de pies a cabeza, el calor no sería tan insoportable, pero en la República Islámica de Irán, la vestimenta de las mujeres está regulada por ley. Sí, también la mía, y nada mejor que ponerse en el traje de las iraníes -l i t e r a l- para vivir lo que ellas viven, sufrir lo que ellas sufren, y tratar de entender por qué no entiendo.
¿Por qué Jota no tiene que cubrirse?
LA REPÚBLICA ISLÁMICA DE IRÁN
¿Qué significa esto? Que el país está regido por la sharía (o ley islámica), que es el código de conducta basado en el Corán. Si bien el uso obligatorio del hiyab en las mujeres es la norma más visible, regula todos los aspectos de la vida; desde crimen, política y matrimonio hasta la dieta que una persona debe seguir, pasando por el rezo, economía e higiene, entre otras tantas cosas.
Por favor, no confundir «República Islámica» con «Estado Islámico«, que son dos cosas distintas.
MUJERES EN IRAN
Pero… tengo entendido que en Irán hay democracia…
Sí, la hay, pero por encima del presidente está el líder supremo. Entonces, todos los candidatos a presidente tienen que ser aprobados por él, así que sería algo así como el «same same but different«. Si el presidente quiere hacer algo que el líder supremo no aprueba, no se hace y punto. Entonces ya deja de ser una democracia, y pasa a ser una dictadura religiosa.
El hiyab
En Irán, todas las mujeres mayores de 9 años deben usar el hiyab. ¿Qué es esto? La vestimenta musulmana, que cubre todo el cuerpo de la mujer dejando sólo a la vista las manos y la cara.
hijab
La palabra «Hiyab» viene del árabe y significa «cobertura». Mientras que para los no musulmanes pueda parecer que las mujeres están oprimidas por vestirse de esta manera, ellas lo hacen porque lo sienten de esa manera. Lo que dicen los hombres musulmanes, de lo contrario, es que los occidentales no cuidan de sus mujeres y las dejan salir «casi desnudas». Este tema merece un posteo aparte, así que pronto estará publicado. El problema en Irán es que es obligatorio, entonces las no musulmanas también tienen que usarlo cuando no lo sienten de esa manera.
MUJERES EN IRAN
Si bien no es obligatorio, muchas mujeres optan por usar «chador», que literalmente significa «carpa».
El Corán en ningún momento menciona que las mujeres deban cubrirse el pelo, pero sí que tanto hombres como mujeres deben vestir decentemente. Después eso queda a la libre interpretación de cada uno, por eso vas a ver en otros países que hay musulmanas que se cubren menos y otras que se cubren más -como en Arabia Saudita, por ejemplo-.
En Qom, una de las ciudades más sagradas de Irán, la mayoría de las mujeres usan chador.
El Norte del país es mucho más relajado
Mientras que para las musulmanas el uso del hiyab es algo natural y que hacen con gusto, la gran cantidad de mujeres no religiosas tienen una opinión distinta:
«Para mi, el desafío más grande de ser mujer en Irán es estar obligada a usar el hiyab. Cuando cumplimos nueve tenemos que cubrirnos cuando estamos frente a hombres mayores a 15 años. Es como dar un salto al vacío a la adultez, porque de repente te das cuenta que hay muchas cosas que ya no podés hacer, como jugar libremente o abrazar a tus primos hombres. ¿Entendés? ¡A tus propios primos! El hiyab saca gran parte de mi energía, y además creo que sitúa al hombre en una posición más alta que la mujer».
Estas fueron las palabras que dejaba fluir una de las tantas chicas iraníes cuando le pregunté cuál era el mayor desafío de ser una mujer en la República Islámica de Irán. Su amiga coincidía:
«Lo más preocupante para mí es el uso obligatorio del hiyab. No veo que esté mal usarlo, muchas de mis amigas usan chador y las respeto, pero que no sea obligatorio porque no siento que deba usarlo. El segundo desafío es que las mujeres cobran mucho menos que los hombres, generalmente la mitad… ¡y somos más capaces! Y la tercera es la falta de autoestima. Todo el tiempo nos dicen que somos menos que los hombres, y lo terminamos creyendo».
Para entrar a las mezquitas sí es necesario usar el chador
Pero el hiyab no es lo que más le preocupa a todas. Muchas afirman que es un símbolo de la desigualdad entre el hombre y la mujer, y lo que permite que esa diferencia sea bien visible. Otras, ya se acostumbraron:
«Bueno, estoy de acuerdo que el hiyab es lo primero que notan en otros países, y que es algo diferente para ellos, pero la verdad es que muchas mujeres han podido conformarse con él… a mi no me importa y no me molesta para nada. No digo que soy religiosa pero solamente creo que esto no puede cambiar lo que somos… cada uno tiene su creencia y eso no depende de la forma de vestir.
El problema más grave es la falta de libertad para las mujeres iraníes. ¿Sabías que nosotras no podemos salir del país sin tener permiso oficial de nuestros padres o maridos? Para obtener el visado lo necesitamos. Es una tontería, ¿no crees? Muchos hoteles en Irán no alojan a las chicas solteras. Para casarnos también le tenemos que pedir permiso a nuestro padre.
Algunos dicen que no hay ninguna diferencia entre los hombres y mujeres en Irán, pero sinceramente no es cierto. Hay algunos trabajos prohibidos para las mujeres. Por ejemplo, una mujer no puede trabajar en una mina, o ser jueza, ni ser presidente! Asi que muchas chicas tienen trabajos que no les gusta.
Las mujeres iraníes son muy ambiciosas, pero es una pena que no tienen ningún apoyo, y casi nunca pueden alcanzar lo que quieren y cumplir sus sueños porque siempre hay obstáculos para ellas.
Además, en muchas ciudades de Irán es muy raro e inaceptable tener relaciones sexuales antes de la boda, y eso es muy importante para las mujeres. Yo conozco muchas mujeres que han perdido su virginidad y ahora les da mucha vergüenza confesarlo, así que siguen solteras. Es que el hombre puede pedirle a la mujer un certificado que demuestre que es virgen. De no tenerlo, el hombre tiene derecho de suspender la boda. Pero si la mujer quiere hacer eso en sentido contrario, no puede. Yo creo que no es justo… ¿Cómo se puede empezar un matrimonio sin tener ninguna idea del sexo?»
¿Qué pasa si no usan el hiyab?
Hasta 1997, la pena por el uso incorrecto del hiyab era de 74 latigazos (sí, sólo por no vestirse correctamente). Como vamos avanzando -lento pero constante-, ahora hay una advertencia: te trasladan a la comisaria más cercana y te hacen firmar un acta prometiendo que no volverás a violar la ley nuevamente. Eso sí, que no se te junten tres expedientes porque se pudre…
En la calle hay carteles que incentivan a vestirse «modestamente»
¿Tiempos modernos?
Si te muestro estas fotos… ¿qué pensás?
Esas fotos son de Irán… ¡en los ´70! Sí, de hace menos de 50 años. ¿Podés creerlo? ¿Qué paso en el medio? ¿Y si te cuento que usar el hiyab estuvo prohibido en Irán? También parece algo imposible, pero es cierto.
Hijas de la revolución
1979 marcó un antes y un después en la historia de Irán. Fue cuando triunfó la revolución y el país pasó a ser una República Islámica. Desde ese entonces -sólo desde aquel año- el uso del hiyab pasó a ser obligatorio, entre tantos otros cambios.
Hombre ≠ Mujer
♦ La edad legal para el matrimonio es de 13 años para las mujeres (chiquitas!) y de 15 para los hombres.
♦ Para que una chica pueda casarse debe tener la aprobación de su padre. Si éste no acepta, no hay casamiento. Al mismo tiempo, si el padre quiere puede forzarla a casarse con alguien que ella no quiere.
♦ Si una mujer quiere viajar deben pedirle permiso a su padre o marido.
♦ En la corte, el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre, porque dicen que las mujeres son muy emocionales y pueden cambiar rápidamente de opinión.
♦ Por el mismo motivo, ninguna mujer puede ser jueza.
♦ Un hombre puede tener hasta 4 esposas permanentes (e incontable cantidad de esposas temporales). De lo contrario, si una mujer tiene una relación extramatrimonial es condenada a muerte.
♦ Si hablamos de una herencia, las mujeres reciben la mitad que los hombres.
♦ Una mujer iraní puede pedir el divorcio, pero sólo será posible si el marido acepta.
Las cajas de ropa interior femenina (importada) son demasiado provocativas para dejarlas al descubierto
¿Las apariencias engañan?
Si bien Irán es el país donde la desigualdad de género está más visible, no es el país donde más la sentimos. Mientras que en Irán las mujeres ocupan el 60% de las aulas universitarias, conducen (incluso cuando hay un hombre en el auto!), votan y trabajan, en países como Uzbekistán y Tayikistán notamos que tenían muchas menos libertades, pero como el uso del hiyab no es obligatorio, pareciera haber una mayor igualdad, cuando en realidad no es así.
Las mujeres iraníes son las más fuertes que hayamos conocido jamás, y no es para menos…
Los iraníes aman a su país, pero odian a su gobierno, y son muchos los que están tratando de cambiar las cosas. Están quienes desafían al régimen llevando el código de vestimenta al límite, maquillándose o haciéndose una rinoplastia. No me llama la atención que Irán sea el país con más cirugías de nariz del mundo: cuando la cara es lo único que pueden mostrar, quieren que esté lo mejor posible.
Masih Alinejad, periodista iraní que tuvo que exiliarse en Inglaterra, comenzó una revolución silenciosa creando la página de Facebook «My Stealthy Freedom«, donde invita a las mujeres iraníes que están en desacuerdo con el uso obligatorio del hiyab a sacarse fotos sin el velo. Un lugar -aunque sea virtual- donde las mujeres puedan sentirse libres y expresarse. Irónicamente, Facebook está bloqueado en Irán, pero hecha la ley, hecha la trampa.
«Ninguna cadena puede esclavizar el alma de un ser libre»
Me quedo con lo que me dijo una chica que conocí en Kandovan:
«Mientras se sigan violando nuestros derechos, quiero seguir usando el hiyab. No porque lo sienta, sino porque es nuestra forma de manifestar en silencio que todavía queda un largo camino por recorrer hacia la igualdad. Seguiremos luchando.»
Sobre Jota y Dani
Nosotros
Con 19 y 21 años emprendimos un viaje que creímos sería de tres meses, pero se convirtió en nuestro estilo de vida. Diez años más tarde, seguimos descubriendo los rincones más remotos del mundo para eliminar la frontera más peligrosa: la que nosotros mismos creamos.