NI EL IMPERIO NI LOS HURACANES PUEDEN AMILANAR A CUBA Y SU PUEBLO REVOLUCIONARIOS

NI EL IMPERIO NI LOS HURACANES PUEDEN AMILANAR A CUBA Y SU PUEBLO REVOLUCIONARIOS

Por más de 60 años, Estados Unidos ha impuesto a Cuba Revolucionaria, el más cruel, inhumano y genocida bloqueo que le ha impedido convertirse en uno de los países más desarrollados del mundo. Así, le ha arrebatado el derecho a vivir en paz, el derecho al desarrollo integral, pero no le ha arrancado, ni un ápice de su dignidad, coraje y valor para enfrentar y derrotar todas adversidades, incluidas las que provoca la naturaleza como el Huracán Ian que a su paso destruyó una buena parte del occidente de Cuba.

El pueblo sabe que lo más importante es la Revolución, y la Revolución no va a dejar abandonado a nadie. “Cada vez que veo la actitud del pueblo y la manera en que el pueblo sale a vencer las adversidades, siempre digo que por este pueblo hay que morirse; y hay que echarlo todo, y ese es el compromiso de todos nosotros. Unas veces lo hacemos mejor; otras veces no lo hacemos tan bien; pero sí están la sensibilidad y el compromiso con ustedes”, sintetizó el presidente Díaz-Canel en conversaciones con hombres, mujeres y niños afectados por el huracán.   

Lo repudiable fue y es el despiadado comportamiento imperialista que quiso aprovechar la situación de destrozo causado por Ian, para incitar a la población a organizar protestas en contra del gobierno.

Los intelectuales cubanos rechazaron la manipulación de los medios hegemónicos, y aseguran que la represión en Cuba solo existe en los discursos de odio abiertamente «contrarios a los intereses y anhelos de la Patria». Explica también que, para realizar un análisis justo de la situación del país, se necesita claridad del contexto en el que vivimos y del papel que desempeña la agresión constante del Gobierno de Estados Unidos.

«Nuestro compromiso se basa en ideales y principios patrióticos, en el apego irrestricto a la independencia y la soberanía, en el antimperialismo y en la certeza de que es posible construir una sociedad más justa, basada en el culto a la dignidad plena del ser humano», asevera la declaración.

Añade el texto que la irritación y el disgusto son comprensibles ante las necesidades cotidianas. Sin embargo, condena que ese sentimiento sea utilizado de forma «perversa» y se politice.

Un contundente y enérgico mensaje cierra esta declaración avalando que: «Condenamos los discursos de odio, la difamación, las distorsiones de nuestra realidad, y aspiramos a que la información veraz llegue a quienes de buena voluntad siguen los acontecimientos y se preocupan honestamente por este país. Con nuestro aporte, comienza la actividad escolar, continúa la brega incansable de la ciencia, se reanima la vida en las comunidades, se reinicia la programación cultural al alcance de todos y se defiende la verdad de Cuba».

La periodista Alina Perera Robbio informaba que el presidente Díaz Canel, en  sus visita a las zonas afectadas por el huracán Ian, expresó que «Cada vez que veo la actitud del pueblo y la manera en que el pueblo sale a vencer las adversidades, siempre digo que por este pueblo hay que morirse; y hay que echarlo todo, y ese es el compromiso de todos nosotros. Unas veces lo hacemos mejor; otras veces no lo hacemos tan bien; pero sí están la sensibilidad y el compromiso con ustedes».

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió tal convicción con un grupo de mujeres y hombres de todas las edades.

En su cuarta visita a Pinar del Río, luego del paso del huracán Ian, el Jefe de Estado se detuvo a conversar con los vecinos del kilómetro 12 de la carretera que conduce al poblado pesquero La Coloma, ese punto por donde el meteoro entró al país.

El sentir de una cubana lo llevó a compartir su certeza. La mujer, que había reflexionado sobre el valor que entraña que los dirigentes escuchen a cualquiera, que había hablado de «hacer Revolución, que es lo más importante ahora y en estos momentos, y para siempre», también enunció que se hacía eco del espíritu colectivo para reconocer al mandatario por «lo fuerte y lo coj… (se disculpó) que ha sido en echar pa’lante este país».

Ante las emociones que siguieron, ante las exclamaciones de vivas a Fidel, a la Revolución, y por la victoria, el Presidente compartió sus palabras a propósito de «los años estos en que nos han tocado las tareas de dirección, y en que hemos tenido que enfrentar, como ustedes saben, varios momentos difíciles». Y recordó que «lo más importante es la Revolución, y la Revolución no va a dejar abandonado a nadie».

En ese tipo de intercambio, en el cual las personas hablan a sus dirigentes desde la pasión, y no pocas veces desde la incertidumbre que genera la destrucción gigantesca dejada por un huracán, Díaz-Canel explicó que, en tales circunstancias, las soluciones no pueden llegar ni al unísono ni súbitamente.

Acompañado por el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, así como por la primera secretaria del Partido en Pinar del Río, Yamilé Ramos Cordero, y por otras autoridades locales, reflexionó que, «conscientes de que todavía tenemos días difíciles, vamos a convertir esos días en menos difíciles». ¿Y cómo se logra eso?, preguntó: «trabajando en función de que cada día vayamos resolviendo algo y vayamos avanzando un determinado por ciento del servicio eléctrico, del tema de la vivienda, de la alimentación…».

«Ya se ve también lo que ha hecho la población, y como ya todo está recogido; hay paso en todos los lugares, pero sobre todo en esta zona de carretera, que es uno de los que más se afectó».

En este punto del paisaje, destacó lo que está haciendo el artista de la plástica Kcho (Alexis Leyva Machado), con «su brigada ejemplar, porque cada vez que pasa un ciclón por Cuba él va para el lugar más complicado, y alienta mucho con las cosas que hace con sus artistas».

Díaz-Canel habló de las muchas viviendas afectadas –cuya cifra puede seguir creciendo, porque el diagnóstico de los daños no ha concluido–: «Hay lugares donde todavía llegar cuesta mucho trabajo (…); entonces lo primero que estamos tratando de hacer es “levantar” los daños, para no demorarnos con los recursos que hay, que se «van repartiendo», que «a unos les están llegando, y a otros no les ha llegado nada todavía, pero a todo el mundo le va a llegar lo que le hace falta».

Una mujer, ante el humano desespero de otra, expresó: «Hay que luchar y hay que saber esperar. Nosotros tenemos un Presidente que es el legado que dejó el Comandante Fidel Castro, y tenemos que esperar». Tal vez por esa idea del legado, sucede con frecuencia que algún cubano, cuando habla con el Presidente, le dice Comandante.

RUMBO A SAN JUAN Y MARTÍNEZ

En San Juan y Martínez, zona tabacalera duramente golpeada por el huracán, hubo una reunión desde la cual el mandatario pasó revista, municipio por municipio, a cómo avanza la recuperación.

Sobre hacer llegar a todos «la corriente», Díaz-Canel manejó el concepto de que hay un potencial de brigadas de trabajadores del sector eléctrico –la mayor parte ubicada en la provincia de Artemisa– que podría moverse hacia Pinar del Río en días futuros, cuando terminen en la zona anterior. Es una fuerza, dijo, que iremos contabilizando de modo permanente y a punta de lápiz, para agilizar las soluciones.

El abasto de agua, la recogida de desechos sólidos y la rehabilitación de las viviendas dañadas ocuparon los siguientes puntos en la agenda. Sobre la última tarea reiteró que no pueden seguirse acumulando esas soluciones conocidas como «facilidades temporales», pues a la larga ellas se convierten en problemas que se agudizan con los inevitables pasos de los ciclones. Defendió la idea de hacer las viviendas bien, con robustez.

«Aquí lo que no podemos es rendirnos ni quedarnos con los brazos cruzados», dijo Díaz-Canel, e indicó, respecto a los trámites, «todo lo que se pueda simplificar y agilizar, háganlo. Con control todo se hace».

El siguiente punto de la visita fue un taller de beneficio de tabaco tapado en el poblado de Río Seco, en San Juan y Martínez. Allí el Presidente indagó por cómo se ha estado recuperando lo que pudo ponerse a salvo; preguntó por las semillas, intercambió con productores; y quiso conocer detalles sobre las condiciones en que las mujeres y los hombres se van incorporando a una actividad de suma importancia para la economía del país.

El itinerario incluyó el recorrido por casas cercanas y la conversación con familias de la zona. «Mira, ven para que veas», le dijo Lidia Araso, quien le comentó emocionada: «Qué ganas yo tenía de verte…». Así hubo otros encuentros, como el sostenido con el vecino Luis Alberto Caraballo, trabajador tabacalero de la cooperativa de créditos y servicios 26 de Julio, quien por estos días anda con un dedo lesionado, pero prefiere curarse a su modo y con el paso del tiempo, y a quien el Presidente le pidió que vaya al médico.

«Todo se puede recuperar», le dijo el Primer Secretario a ese «hombre de trabajo». Y luego de encontrarse con otros pobladores en el camino, fue rumbo a un organopónico, escenario en el cual, se han incorporado a trabajar contingentes de jóvenes.

El siguiente lugar de la visita fue el barrio El Paradero. Un mar de pueblo esperaba al mandatario, quien expresó a todos: «Yo sé que ha sido duro, pero no nos podemos desanimar». Y aseguró: «Cada día nos vamos a ir recuperando, y cada día vamos a hacer algo, y cada día vamos a ir resolviendo un problema».

Él explicó que «muchos de los trabajos que tenemos que hacer son trabajos difíciles», porque «casi todos los postes se cayeron; hay que levantar los postes; hay que poner los aisladores; las crucetas, enderezarlas; el cableado eléctrico; los cables de comunicaciones, y hay muchas cosas que dependen de que haya corriente».

Después, precisó a los pobladores, habrá que concentrarse en el tema de las viviendas, «que sí nos va a llevar más tiempo, porque hay cosas que se resuelven rápido, como los techos parciales, pero ya las afectaciones de derrumbes totales» son más complejas; «pero todas las familias van a estar atendidas».

En más de un lugar indagó el Presidente sobre cómo marcha la distribución de los alimentos y del refuerzo que ha llegado al territorio a partir de lo que se tenía en la reserva del país, y de las donaciones que han ido llegando. Ahora, insistió el Jefe de Estado, «hay que centrar todas las fuerzas del país en Pinar del Río, que ha sido la provincia más afectada»; y dentro de ella, municipios como el de San Juan y Martínez.

En El Paradero, entre otras ideas, Díaz-Canel expresó que poco a poco el servicio eléctrico se irá recuperando; comentó que desde que uno llega al lugar se notan los destrozos que el huracán dejó a su paso; y luego de responder a más de una pregunta dijo: «Queríamos llegar hasta aquí para poder compartir con ustedes, para poder explicarles (…), para alentarlos también y, sobre todo, para pedirles que ustedes trabajen junto con las fuerzas que vienen a apoyar en el territorio».

Luego, a muy poca distancia del kilómetro 12, el mandatario se detuvo para saludar a una anciana de 95 años, quien, rodeada de familiares, saludaba feliz al mandatario.

«Cuando sea grande quiero ser como usted», le dijo sonriente Díaz-Canel a la cubana rebozante de alegría y fortaleza. En ese intercambio, desde luego, no faltó el aliento del dignatario, con su renovada certeza de que Cuba sabrá capear los temporales y saldrá, como sabe hacerlo, de toda esta adversidad.

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INTELECTUALIDAD CUBANA RATIFICA SU APOYO MAYORITARIO A LA REVOLUCIÓN

El mensaje, suscrito por escritores, artistas, periodistas, profesores y científicos, está dirigido a sus colegas de otros países, y fue publicado en La Jiribilla, revista de la cultura cubana 

«Somos parte de los millones de cubanas y cubanos formados por la Revolución y defensores de sus valores».

Con esa máxima da inicio la declaración que, dirigida a colegas de otras naciones, han firmado cientos de educadores, periodistas, artistas y científicos cubanos, con el fin de dejar clara su postura ante la campaña de odio, difamación y violencia, que se manifiesta hoy contra el pueblo y el Gobierno de esta Isla, en un momento histórico de notables complejidades.

El texto, publicado por La Jiribilla, deja claro que ese amplio sector social, como parte del pueblo, tiene una total identificación con las vicisitudes que vive la mayoría y, por ende, se consagra también al esfuerzo colectivo en pos de la recuperación tras el paso del huracán Ian.

Los firmantes reconocen también la labor de nuestras autoridades, del Partido, del Gobierno, que «conscientes de dificultades y errores, conducen y participan directamente en la recuperación. Recorren también las comunidades y dialogan cara a cara con los ciudadanos».

«Nuestro compromiso se basa en ideales y principios patrióticos, en el apego irrestricto a la independencia y la soberanía, en el antimperialismo y en la certeza de que es posible construir una sociedad más justa, basada en el culto a la dignidad plena del ser humano», asevera la declaración.

Rechaza la manipulación de los medios hegemónicos, y asegura que la represión en Cuba solo existe en los discursos de odio abiertamente «contrarios a los intereses y anhelos de la Patria». Explica también que, para realizar un análisis justo de la situación del país, se necesita claridad del contexto en el que vivimos y del papel que desempeña la agresión constante del Gobierno de Estados Unidos.

Añade el texto que la irritación y el disgusto son comprensibles ante las necesidades cotidianas. Sin embargo, condena que ese sentimiento sea utilizado de forma «perversa» y se politice.

Un contundente y enérgico mensaje cierra esta declaración avalando que: «Condenamos los discursos de odio, la difamación, las distorsiones de nuestra realidad, y aspiramos a que la información veraz llegue a quienes de buena voluntad siguen los acontecimientos y se preocupan honestamente por este país. Con nuestro aporte, comienza la actividad escolar, continúa la brega incansable de la ciencia, se reanima la vida en las comunidades, se reinicia la programación cultural al alcance de todos y se defiende la verdad de Cuba».

Sobre las protestas por la falta de electricidad, los daños que implica el bloqueo estadounidense contra Cuba, las fake news respecto al Código de las Familias, entre otros temas, analizó Con Filo en su reanudada emisión

    Muchas situaciones difíciles ha pasado la Revolución y sigue palante, y en cada ocasión es lo mismo el mismo estribillo » Ahora si se cae» óigame tengo algunos años y la cancioncita la tocan cada vez que sus mentes atormentadas, locas y gusane riles les hacen ver visiones, hace 60 años están en lo mismo, y muchos de los que empezaron con eso se han muerto quedándose con los deseos, que manera de perder el tiempo y el dinero, alimentando a Marco Rubio y demás politiqueros oportunistas y vividores. Lo que si creo que debe la ley tomar partido y que la protestas aunque no se pueden prohibir pero si tengan dentro del enfado un orden y no que uno o varios se les ocurra salir a protestar porque estaban aburridos o porque quieren salir en internet o porque le están pagando o que su intención no sea protestar porque no le han resuelto los problemas o porque han respuestas equivocadas e injustas sino porque quieren agredir insultar y alentar a cambiar el orden y la paz ciudadana, además querer cambiar el sistema político incentivando la protestas, porque además hay que dejarse de engaños no solo los agitadores están en la Florida y por la redes sociales sino que están aquí adentro también y su función es solo eso agitar a la población para provocar disturbios, atento a esos personajes que como 7menciono están agazapados esperando la primera oportunidad. Por lo demás me uno a Michel, si quieren que se caiga la Revolución que brinquen el charco y vengan a querer tumbarla vamos a ver a como tocamos.

ANTE LA CUBA VIRTUAL, LA CUBA REAL: DECLARACIÓN DE LA CASA DE LAS AMÉRICAS

Hemos recibido en los últimos días muchos mensajes de amigas y amigos de la Casa y de la Revolución Cubana que, ante las persistentes y sombrías noticias que proliferan en medios y redes, preguntan con inquietud qué está pasando en nuestro país. ¿Se están enfrentando realmente “el pueblo” y “el gobierno”? ¿Es Cuba un “Estado fallido” incapaz de solucionar una crisis?

El mismo Estado que llaman “fallido” convocó valientemente, hace apenas una semana, al referendo sobre el muy avanzado Código de las Familias. La mayoría inequívoca del pueblo cubano lo apoyó, y unas horas después se convirtió en Ley. Antes, este proyecto inclusivo, gestado desde la participación popular, tuvo que atravesar una feroz campaña de satanización desde supuestos preceptos morales y religiosos. Tampoco faltaron manipulaciones abiertamente políticas. Nada de esto impidió el triunfo del sí, reflejado de modo pálido y reduccionista en la prensa hegemónica.

Coincidiendo con la entrada en vigor del Código, un huracán arrasador azotó la región occidental de Cuba, y su estela dejó decenas de muertos en los Estados Unidos. Es doloroso y difícil, para cualquier país que sufra tal contingencia, volverse a levantar, atenuar el sufrimiento de los damnificados, intentar recuperarse de los daños y avanzar.

Para Cuba –estrangulada económicamente y calumniada durante décadas– el desafío se multiplica. Solo la incontestable decisión de destinar los escasos recursos del país a que nadie quede desamparado y la convicción de que únicamente con la participación y el respaldo del pueblo es posible salir adelante, pueden explicar que de nuevo logremos sobreponernos, sin dejar de pensar en ir mucho más allá.

Mientras personas y organizaciones de todo el mundo han expresado su solidaridad y ofrecido apoyo concreto a Cuba, mientras gobiernos hermanos han brindado asistencia y amigos como los de The People’s Forum han reclamado desde las páginas del New York Times al presidente Biden que dé muestras del más elemental espíritu humanitario y no obstaculice el propósito de la Isla de levantarse con sus propios esfuerzos, otras voces han aprovechado la tragedia para instalar la matriz de opinión de que nuestros males y las dificultades para enfrentarlos son consecuencia de la incapacidad del gobierno de Cuba.

Quieren capitalizar el lógico malestar de ciudadanos privados de servicios básicos con la esperanza de que la naturaleza logre, por fin, lo que no han podido tantos intentos desesperados de destruir la Revolución. Ahora politizan manifestaciones y reclamos espontáneos, mueven a través de las redes histéricos y agresivos discursos de odio, incitan a la violencia callejera, se oponen a la más mínima flexibilización del bloqueo y siguen al pie de la letra el guion del “golpe blando”.

Se cumplen dentro de pocos días sesenta años de la Crisis de Octubre, tal vez el momento de mayor riesgo vivido por el proceso revolucionario, aquellas jornadas en que –a decir del Che en su carta de despedida– Fidel brilló como pocos estadistas en la historia. Otra vez el destino nos ofrece la alternativa de rendirnos ante adversidades y amenazas o imponernos a ellas con imaginación y audacia. Ningún “Estado fallido” podría soñar con la segunda opción; ningún pueblo digno lo apoyaría.

Hoy la Cuba tantas veces difamada se va recuperando de los estragos causados por el huracán. En lugar de la represión que se atribuye al fabricado “país virtual”, en el “real” las autoridades recorren permanentemente las zonas afectadas y dialogan de manera directa con los ciudadanos.

Como en todas las coyunturas difíciles, la solidaridad, principio básico de nuestra convivencia, pasa a primer plano. Sepan nuestros amigos y amigas que la abrumadora mayoría del pueblo se reconoce en sus dirigentes, participa en la recuperación del país y defiende el principio que está en el umbral de la nueva Constitución aprobada en abril de 2019: “Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social, democrático, independiente y soberano”.

La Habana, 2 de octubre de 2022.

COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA

correo electrónico: tribunalpazecuadorahoo.com

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