LA OEA O MINISTERIO DE LAS COLONIAS DE ESTADOS UNIDOS ESTÁ EN CRISIS INTEGRAL

LA OEA O MINISTERIO DE LAS COLONIAS DE ESTADOS UNIDOS ESTÁ EN CRISIS INTEGRAL

La Organización de Estados Americanos -OEA- fue fundada en 1948, para alcanzar   un orden de paz y de justicia, fomentar la solidaridad y la igualdad, pero al llegar al 2023 padece de una profunda crisis económica, ética y estructural de impredecibles consecuencias. En la actualidad la OEA se integra con 35 Estados libres, soberanos e independientes y era un espacio de diálogo, conocimiento e integración de nuestros pueblos, siempre que el imperio yanqui lo permitiera.

En el Consejo Permanente de la OEA, el Secretario de Administración y Finanzas, Jay Anania, al referirse a la presente realidad, manifestó que la situación económica de la OEA padecía de “una crisis estructural de largo alcance”, como consecuencia de la desastrosa actuación del Secretario General, el uruguayo Luis Almagro que será sometido a una rigurosa investigación externa para “determinar si incurrió en una supuesta “conducta indebida”,  en su relación sentimental con una alta funcionaria del organismo.

Lo grave de esa actuación está en el uso de recursos económicos de la OEA para mantener su relación. Se afirma que Almagro habría hecho 34 viajes al exterior con recursos de la organización y que, en 32 de ellos, habría llevado a su amante con gastos pagados, es decir con los recursos de los pueblos que aportan a la OEA para mantenerla activa y que cumpla con sus objetivos que, además, son manipulados y aprovechados por Estados Unidos para que ejerza su dominio en la región.

El presupuesto de la OEA es para Almagro y sus relaciones. No existe un ajuste debido a la inflación y la cantidad de sueldos que debe pagar. La crisis es inobjetable, por lo que se espera que esa OEA que sirve a los intereses geopolíticos de Estados Unidos, desaparezca, para reemplazarla por la CELAC. 

Sobre la divertida vida de Almagro, los periodistas Joshua Goodman y Gisela Salomón afirman que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) realizó 34 viajes de trabajo con una empleada con la que mantuvo una prolongada relación íntima, según registros de viajes descubiertos por The Associated Press.

Los hechos se conocen en momentos en que se espera que una investigación externa concluya para determinar si el romance de Luis Almagro con una empleada mexicana de la OEA, dos décadas menor que él, violó el código de ética de la organización con sede en Washington.

Los viajes juntos, todos menos uno entre julio de 2018 y diciembre de 2019, incluyeron una visita de cuatro días a Oxford, Inglaterra, para dar una charla sobre América Latina, una conferencia de editores de periódicos en Cartagena, Colombia, y un viaje a Miami para recibir el premio “Executive Mastermind Latino”.

Los detalles de los viajes se encontraron en informes públicos que aparecen sepultados en el sitio web de la organización. Se trata de reportes que se le pidió al secretario general que presentara trimestralmente ante el Consejo Permanente de la OEA como parte de una iniciativa de ahorro y transparencia aprobada por los gobiernos regionales en 2016.

Se afirma que no está claro el costo de los viajes para la OEA, que padece una profunda crisis presupuestaria desde hace años. Pero al menos 21 de los 34 viajes fueron pagados en parte por la organización y el resto por los organizadores de los eventos a los que asistieron los dos, o no se especificó. En total, ambos viajaron 15 veces juntos sin ningún otro miembro del personal de la OEA presente, según los registros.

Almagro, a través de un portavoz, rechazó una solicitud de la AP para una entrevista y no explicó por qué los dos hacían tantos viajes de trabajo juntos, pero negó comportamientos indebidos.

“El secretario general respalda todas las declaraciones anteriores emitidas sobre este asunto de que no se violó ninguna regla de la OEA en ningún momento debido a las medidas que él y su equipo tomaron para garantizar que se cumpliera con todas las normas”, dijo el vocero Gonzalo Espariz, en una declaración escrita.

El año pasado, AP fue la primera en informar que la OEA estaba investigando el romance entre Almagro y su subalterna, hasta ese momento un secreto a voces dentro de la organización integrada por 34 países del hemisferio occidental.

De conformidad con los periodistas Joshua Goodman y Gisela Salomon, el informe que llevó a la administración del presidente Joe Biden, el mayor donante de la OEA, a pedir una investigación externa sobre posible mala conducta. Unas semanas más tarde, el Consejo Permanente de la OEA contrató al bufete de abogados de Washington, Miller & Chevalier Chartered para que realizara la investigación y entregara sus conclusiones a fines de marzo.

Almagro, de 59 años, niega haber infringido alguna regla. Asegura que no era el supervisor de la mujer, que nunca la benefició de ninguna manera y que su larga relación era consensuada.

“Quiero en definitiva confirmar, reconfirmar y superconfirmarles que existía esa relación” durante tres años, dijo Almagro en noviembre sin revelar el nombre de la persona. “Nada de esto puede hacer cambiar mi visión de las instituciones y su funcionamiento y la responsabilidad que tenemos respecto a las mismas”.

En biografías publicadas en la web y en fotos, algunas de ellas publicadas en cuentas sociales de la OEA, la mujer aparece como “asesora” y a veces como “asesora principal” del secretario general. La mujer, cuyo nombre AP no publica a pedido de la OEA, se encuentra de licencia sin goce de sueldo por solicitud de ella, según la OEA. Ella no respondió a las solicitudes de comentarios de AP.

En cuestión están las pautas de ética de la OEA que prohíben a los miembros del personal tener relaciones íntimas con colegas a los que supervisan o de una manera que interfiera “con el desempeño de sus funciones o que perjudique a otros en el lugar de trabajo”.

Almagro pareciera que no ha presentado ningún informe en 2020 y 2021, un período que coincidió con lo peor de la pandemia de COVID-19, cuando gran parte de los viajes estuvieron suspendidos en todo el mundo.

Joshua Goodman y Gisela Salomon en AP sostuvieron que la noticia sobre la relación entre Luis Almagro y una mujer mexicana unos 20 años menor que él, salió a la luz cuando los delegados de los 34 países llegaban a la capital de Perú para la reunión anual de la OEA.

Sin embargo, dentro de la organización promotora de la paz y la democracia con sede en Washington, esta relación de varios años ha sido un secreto a voces y una fuente de malestar para algunos de los 600 empleados, intimidados por tener que trabajar con la presunta amante del jefe, según varios empleados actuales y retirados y diplomáticos regionales.

Tres de ellos dijeron que los vieron besándose junto a una piscina durante la Asamblea General de la OEA en Medellín en 2019. Otro dijo que los vio tomados de la mano en su oficina a mediados de 2020. Según un exfuncionario estadounidense, el jefe de la OEA le dijo que esa relación fue la que provocó su separación de su segunda esposa en la época de su reelección en 2020.

El código de ética de la OEA dice que un miembro del personal no debe mantener una relación íntima con un colega de manera tal que “interfiera con el desempeño de sus funciones o coloque en desventaja a otras personas en el lugar de trabajo”. Agrega que un jefe no debe ejercer funciones de supervisión sobre la otra persona ni beneficiarla en modo alguno.

Almagro, de 62 años, rechazó los reiterados pedidos de declaraciones de la AP.

Pero al término de la Asamblea General de la OEA en Lima, dijo en una conferencia de prensa que estaba “tranquilo” porque siempre ha tomado las medidas apropiadas para asegurarse de que “ninguna situación contraviniera a las normas de la organización” y agregó que nunca fue supervisor de “ninguna persona con quien tuviera una relación, nunca la promoví y nunca aumenté su salario de ninguna forma”.

El uruguayo añadió que esperará la citación del inspector general para los interrogatorios o para aportar en cualquier fase de la investigación. “Lamentablemente, yo voy a ser la persona peor informada de ese proceso porque no voy a participar en ninguna fase del mismo”, afirmó.

Un vocero de la OEA había negado antes que Almagro hubiese sido alguna vez el supervisor de la asistente mexicana, quien según él trabaja desde 2019 en la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia.

“Almagro nunca participó de las decisiones relativas a los intereses de esta empleada dentro de la OEA”, aseguró el vocero Gonzalo Espariz en un correo electrónico.

Pero en varias semblanzas en línea y en fotos con Almagro -incluso en marzo de este año y algunas publicadas en las cuentas de la OEA en redes sociales- se dice que la mujer es “asesora” o a veces “jefa de asesores” del secretario general.

Después de que AP se comunicó con la mujer a su email de la OEA, su perfil en LinkedIn fue modificado para reflejar que ya no es asesora de la organización. La oficina de prensa de la OEA dijo que está con licencia sin goce de sueldo sin explicar por qué.

La mujer, a quien no se identifica por pedido de la OEA y porque la investigación aún está en curso, también se negó a hacer declaraciones, pero fue citada extensamente sobre la relación “muy profunda y muy intensa” con su jefe en una biografía de Almagro, publicada a fines de 2020 en su Uruguay natal, “Luis Almagro no pide perdón”.

“Le digo siempre: ‘Yo soy más inteligente porque me costó nada más que treinta y ocho años conocerte, a ti te costó como cincuenta y pico’”, dijo ella a los autores del libro, Gonzalo Ferreira y Martín Natalevich.

En la biografía, el jefe de la OEA se negó a hablar sobre la relación y se limitó a citar al gran poeta nicaragüense Rubén Darío: “Con el cabello gris me acerco a los rosales del jardín”.

Almagro también dijo que “el sexo femenino” ha sido “un motor muy importante” en sus ambiciones profesionales.

Otra organización regional dominada por Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo, destituyó a su presidente Mauricio Claver-Carone, un exfuncionario de la Casa Blanca, ante denuncias similares de favorecer a una subordinada con la cual supuestamente tenía una relación íntima.

A diferencia del BID, que contrató a una firma de abogados para indagar en la relación de Claver-Carone con su jefa de despacho, la OEA aparentemente ha manejado el asunto de manera interna.

El Inspector General de la OEA dijo a la AP que decidió indagar en el asunto después de recibir una denuncia anónima, vaga en los detalles, acerca de una relación íntima de Almagro con una empleada a la que no se identificaba. Almagro había recibido primero esa denuncia el 3 de junio, y el mismo se la giró luego al inspector general. El informe más reciente de la inspectoría, se refiere al asunto como “Presunta conducta inapropiada de un alto funcionario de la OEA”.

Almagro fue elegido jefe de la OEA casi por unanimidad en 2015, después de haber sido ministro del Exterior del gobierno izquierdista uruguayo. Durante todo su período se ha cuestionado su estilo de liderazgo.

Desde el principio, Almagro se plegó a Estados Unidos en la oposición a los gobiernos socialistas de Cuba y Venezuela. En una ocasión parafraseó la frase del presidente Donald Trump de que no descartaría el empleo de la fuerza militar para destituir al presidente venezolano Nicolás Maduro, una posición rechazada incluso por aliados estadounidenses de derecha.

Almagro también cumplió un papel crucial en la renuncia del presidente boliviano Evo Morales en 2019 tras una elección plagada de irregularidades, alterada según la misión de la OEA por el fraude, conclusiones que fueron cuestionadas luego por académicos de Estados Unidos.

Durante la Asamblea General de la OEA en Lima, Almagro promovió la creación de “espacios seguros” para mujeres y niñas en América, en un tuit con una foto en la que lo rodea una veintena de mujeres.

“Debemos permanecer firmes en el compromiso de desmantelar los remanentes del patriarcado que sólo buscan sofocar talento, conocimiento y experiencia de las mujeres”, dijo el tuit.

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