ESTADOS UNIDOS «PREFIERE» LA DIPLOMACIA PERO NO DESCARTA UNA ACCIÓN MILITAR CONTRA IRÁN POR EL CONFLICTO NUCLEAR

ESTADOS UNIDOS «PREFIERE» LA DIPLOMACIA PERO NO DESCARTA UNA ACCIÓN MILITAR CONTRA IRÁN POR EL CONFLICTO NUCLEAR

Preguntado sobre si Washington baraja una opción militar, Blinken ha respondido que «todo está sobre la mesa».

Irán declarará a los ejércitos de países de la Unión Europea como terroristas si sancionan a la Guardia Revolucionaria.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en una imagen de archivo. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en una imagen de archivo.DPA vía Europa Press

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha declarado este domingo que Estados Unidos «prefiere» la diplomacia para evitar que Irán adquiera un arma nuclear, mientras que no ha descartado una acción militar.

«Seguimos creyendo que la forma más eficaz de abordar las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear de Irán es a través de la diplomacia. La diplomacia nunca está fuera de la mesa», ha afirmado en una entrevista con la cadena de televisión Al Arabiya.

En este sentido, el secretario de Estado ha reiterado que el «camino preferido» de la Casa Blanca es la diplomacia, a pesar de que «el presidente Biden también ha dejado claro que estamos decididos a que Irán no adquiera un arma nuclear.

Preguntado sobre si Washington baraja una opción militar, Blinken ha respondido que «todo está sobre la mesa», después de que Irán rechazase la oportunidad de volver al acuerdo.

La represión de las protestas que se han producido en Irán durante meses, tras la muerte de la joven kurda Mahsa Amini, ha mermado la confianza de Occidente en las negociaciones, imponiendo sanciones contra altos cargos iraníes.

«Ahora nuestro enfoque está en las muchas cosas que han sucedido desde entonces, incluida la horrible represión del pueblo iraní en las calles de Irán cuando los jóvenes, las mujeres en particular, han estado defendiendo sus derechos», ha criticado Blinken, que ha destacado la «tremenda solidaridad en todo el mundo con el pueblo iraní».

«Al mismo tiempo, también vemos que Irán apoya a Rusia en su guerra de agresión contra Ucrania, proporcionándole drones y potencialmente otros sistemas de armas», ha agregado.

ESTADOS UNIDOS, IRÁN Y CÓMO INCENDIAR ORIENTE MEDIO

Mariano Aguirre

Washington quiere retomar el control de una región que se la ha ido de las manos en los últimos 20 años. La presente crisis y peligrosa escalada militar es producto de la complejidad de fracturas que tiene Oriente Medio y la creciente imposibilidad de Estados Unidos de manejarlas. El asesinato del comandante militar Qasem Soleimani es parte de la compleja relación que mantienen Irán y EE UU desde hace siete décadas. El resultado será una inestabilidad aún más peligrosa.

Miembros de una fuerza militar proiraní en Irak pisan la bandera de EE UU con la cara de Donald Trump después de que un dron estadounidense matara a Qasem Soleimani (a la derecha en el cartel), enero 2020. AHMAD AL-RUBAYE/AFP via Getty Images

Los pasos dados por Washington en Oriente Medio en las últimas semanas indican el intento de volver a controlar una región en la que fue hasta hace dos décadas la potencia dominante. Pero Estados Unidos ha perdido la capacidad que tenía de manejar las intrincadas dinámicas locales marcadas por rupturas entre diferentes identidades, sociedades, políticos y poderes regionales.

Acciones como el asesinato del comandante militar Qasem Soleimani, general de división iraní, comandante de la Fuerza Islámica Revolucionaria Quds, y las amenazas del presidente Donald Trump tanto de atacar Irán como de cobrarle a Irak la ayuda militar provista desde 2003, son signos de debilidad y falta de una estrategia hacia Oriente Medio. A ello se suma que EE UU produce el petróleo que necesita, y ya no precisa garantizar el acceso a este recurso.

Estados Unidos se encuentra en un largo proceso de abandonar la región, pero debido al poder que Washington tuvo, la presencia y alianzas que todavía conserva, y la fuerza militar que posee, su retirada está generando destrucción y caos. Su salida, además, coincide con las ambiciones de una serie de potencias regionales y externas: Irán, Arabia Saudí, Turquía, Rusia y China, además de la presencia europea. Por su parte, Israel desarrolla su propia política exterior y de defensa, en ocasiones coincide con Estados Unidos, pero crecientemente está estableciendo alianzas no convencionales con MOSCÚ, ANKARA Y LAS MONARQUÍAS DEL GOLFO.

EL VERDADERO PROBLEMA ENTRE ESTADOS UNIDOS E IRÁN

La relación entre Estados Unidos e Irán viene tensa desde hace varios años, debido a diversos problemas políticos y económicos, lo que hace pensar en una posible guerra a futuro. Veremos que tan posible es aquello y qué dice la historia sobre estas dos grandes potencias mundiales.

¿DÉCADAS DE ENEMISTAD ENTRE EE.UU. E IRÁN?

Según la historia, la relación entre ambos países comenzó en el siglo XIX, sin problemas ni controversias hasta la Guerra Fría y las exportaciones de petróleo del Golfo Pérsico. Desde ahí se estableció una era de estrecha alianza entre ambos países, después vino un período de retroceso y hostilidad tras la Revolución iraní de 1979.

Desde el año 1953 empezaron a suceder una serie de hechos que provocaron la enemistad entre los dos países, como por ejemplo, en el año 2018 el presidente Trump termina unilateralmente el acuerdo nuclear internacional con Irán, a pesar de la fuerte oposición de la Unión Europea. Esto es un punto negro más para ahondar en la enemistad.

En la actualidad no existen vínculos diplomáticos formales entre Irán y Estados Unidos. Los pocos vínculos entre ambos países están mediados y representados por terceros países.

Los intereses de Irán en Estados Unidos son defendidos por Pakistán, mientras que los intereses de Estados Unidos en Irán se encuentran representados por Suiza.

Existen diversas opiniones sobre la causa de esta relación tensa entre ambos países, desde un “conflicto “natural e inevitable” entre la Revolución islámica de una parte y la arrogancia estadounidense y el deseo de dictadura global y hegemonía por la otra, hasta la necesidad del Estado iraní de un bogeyman externo para proporcionar un pretexto para la represión doméstica contra las fuerzas pro-democráticas y unir el Estado iraní a su pequeña, pero leal y fuertemente armada representación” (según Wikipedia).

El programa nuclear de Irán, desarrollado con la  asesoría de Estados Unidos para fines pacíficos, también ha sido una constante tensión entre ambos países hasta la actualidad.

Con la muerte del líder iraní Qassem Suleimani a manos de Estados Unidos, se marcó el momento más tenso entre Washington y Teherán, durante las últimas cuatro décadas.

Lejos de terminar la crisis, este suceso aumentó la tensión entre ambos países. Desde ese momento, el mundo pensó que la muerte del líder iraní, podría provocar una guerra entre ellos. Lo que provocó fue una mayor tensión y una preocupación a nivel mundial.

En estos tiempos, los conflictos no se arreglan en el campo de batalla, se hace en el ciberespacio, con la más alta tecnología. Esas serán las ciberguerras del futuro.

Ambos países han utilizado la última tecnología para amedrentarse, mediante drones han bombardeado algunas zonas y vigilado otras.

Tanto Estados Unidos como Irán, han utilizado variantes de la tecnología teledirigida, que ha tenido un rol fundamental en los conflictos del presente y tendrá un futuro aún más intenso.

Cada uno domina el ciberespacio en función de sus necesidades, teniendo poderosas armas, pero la ventaja aún la tiene Estados Unidos, siendo muy difícil para Irán rivalizar con el poderío norteamericano en el mismo plano.

¿POR QUÉ NO HA TERMINADO LA CRISIS ENTRE ESTADOS UNIDOS E IRÁN?

Después del asesinato del líder iraní Suleimani, a manos de los norteamericanos, los iraníes profundamente conmocionados hicieron lo que pudieron para contraatacar.

Irán utilizó misiles disparados desde su propio territorio, porque quería responder atacando objetivos estadounidenses, para dejar claro quién había sido el responsable. Quería hacer algo rápido, ya que el ataque lo había pillado desprevenido y no quería comenzar una guerra sin cuartel.

La pregunta que todos se hicieron en ese momento con respecto al asesinato de Suleimani fue, ¿por qué Estados Unidos lo mató? y la respuesta norteamericana fue, para “prevenir un inminente y grave ataque contra los intereses estadounidenses”.

Este argumento no ha convencido a muchos analistas ni a los críticos del presidente.

Según portavoces iraníes, este ajuste de cuentas aún no ha terminado.

Irán reconoció haber bombardeado un avión de pasajeros ucraniano por “error”, ya que lo confundió con un avión militar. El hecho de admitir su responsabilidad, es otro esfuerzo por disminuir las tensiones.

Pero según otras opiniones, el admitir la responsabilidad del derribo del avión, fue más bien por los problemas internos del país. Ya que hay problemas de corrupción y una economía en colapso.

La crisis no ha terminado entre los dos países y no terminará muy luego, ya que hay muchos intereses de los países involucrados y por lo mismo, no se prevé una guerra a corto plazo. Pero no se descarta.

Seguirán existiendo tensiones en la región, de diversa índole, donde ambos países perderán y ganarán en esta batalla interminable.

Las grandes potencias tienen el poder para dominar a los más débiles e imponerse en todos los ámbitos. Las guerras del futuro se pelearán en el ciberespacio y ganará el que tenga la mejor tecnología.


Fuentes utilizadas en este artículo:

https://www.infobae.com/def/defensa-y-seguridad/2020/02/15/estados-unidos-e-iran-frente-a-frente-estan-preparados-para-una-guerra/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51121191
https://www.dw.com/es/décadas-de-enemistad-cronolog%C3%ADa-de-las-relaciones-entre-estados-unidos-e-irán/a-51883438

LAS CLAVES DEL CONFLICTO ENTRE ESTADOS UNIDOS E IRÁN

 

Carlos Alberto Patiño

Desde diciembre de 2019, las tensiones geopolíticas aumentaron en el Medio Oriente, especialmente por las acciones directas e indirectas de Irán y Estados Unidos.

El punto más álgido de dichas tensiones llegó este 3 de enero, con el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, quien fue acusado por el presidente Donald Trump de ser un terrorista de Estado y de causar la muerte de cientos de estadounidenses mediante diversos mecanismos—algunos relacionados con el Estado iraní y otros con grupos delegados, afiliados o intermediarios—.

El último acontecimiento que prendió las alarmas en la Casa Blanca fue el intento de toma de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de milicias iraquíes proiraníes, que culminaron con el cierre temporal de la legación diplomática y la evacuación del personal. Este incidente recordó el atentado al consulado de Washington ubicado en Bengasi que ocurrió en 2012 y acabó con la vida del embajador estadounidense Christopher Stevens.

El general Soleimani era considerado mucho más que un líder en Irán, pues era uno de los pocos estrategas capaces de diseñar un plan militar contra Israel y, además se había convertido en el principal artífice de una influencia geopolítica estable dirigida a contener la expansión de Arabia Saudita, el principal rival de Irán en la región.

Vale la pena señalar que Soleimani y el alto mando iraní logaron estos avances contando apenas con un modesto presupuesto militar. Mientras que en 2019 Israel gastó 18.500 millones dólares y Arabia Saudita 82.300, Irán no superó los 17.500 millones.

UN POCO DE HISTORIA

La disputa entre Estados Unidos e Irán comenzó en 1979, con la revolución islámica que puso fin a la monarquía e instauró un Estado teocrático.

Durante aquella revolución, la toma de la embajada de Washington en Teherán representó un fracaso político y militar para el presidente Jimmy Carter, quien por ser incapaz de liberar a los rehenes estadounidenses perdió la reelección y también perdió su principal apuesta geopolítica en el Medio Oriente.

Como era de esperarse, el ayatola Ibrahim RoRuhollah Jomeini condenó las acciones del gobierno de Washington y consolidó la república islámica como un Estado Teocrático, el único del mundo donde la mayor parte de la población era chiíta. Jomeini demostró que el fundamentalismo podía llegar al poder y, con ello, expandirse mucho más lejos de lo que habían imaginado líderes fundamentalistas como Sayyed Qotb, uno de los Hermanos Musulmanes que murió en la horca durante el gobierno de Gamal Abdel Nasser, y Mawlana Mawdudi, el pensador islamista indio que estableció la doctrina política necesaria para la fundación de Pakistán.

La disputa entre Estados Unidos e Irán comenzó en 1979, con la revolución islámica que puso fin a la monarquía e instauró un Estado teocrático.

Entre 1980 y 1988, Estados Unidos siguió expectante la guerra entre Irán e Irak que, finalmente, dejó a Irán fortalecido y a Irak en manos del dictador Saddam Hussein. En 1979, un año antes de que empezara la guerra, los soviéticos invadieron a Afganistán, y Washington respondió financiando y armando a grupos de milicianos que luchaban contra los soviéticos y sus aliados políticos. Estos grupos eran conocidos popularmente como los muyahidines y se hacían llamar los “soldados de Dios”.

En 1989 los soviéticos se retiraron y Afganistán se convirtió en un sitio olvidado en donde los iraníes tenían sus propios intereses geopolíticos junto con una población chií que pedía su protección, pero este vacío fue llenado por Pakistán con la creación del ejército talibán, y en la sombra fue creciendo la alianza entre Irán e India que compartían como enemigos a Islamabad y Riad.

La muerte de Jomeini en 1989 permitió la consolidación política del Estado revolucionario y una reforma militar profunda que cambió la estructura de defensa del país, pero también llevó a que los políticos posteriores a Jomeini decidieran reactivar el viejo programa de energía nuclear que había creado el Sha Mohamed Reza Pahlevi con ayuda de Estados Unidos con fines civiles y objetivos militares.

Desde el punto de vista de Occidente, había una diferencia importante: una cosa era un programa nuclear en manos de una monarquía aliada de Occidente, y otra cosa era un programa en manos de una teocracia militante enemiga de Occidente que desconfiaba de las sociedades seculares.

De esta forma, para Irán el programa nuclear es una garantía de seguridad en un entorno de Estados hostiles, muchos de ellos patrocinados por Arabia Saudita. Justamente por eso, Irán invierte en equipos, información y tecnología provenientes de China, país con el cual mantiene muy buenas relaciones. Así mismo, Irán ha desarrollado buenas relaciones con Rusia, que le brinda tecnología y asistencia científica para construir sus plantas nucleares.

De esta forma, para Irán el programa nuclear es una garantía de seguridad en un entorno de Estados hostiles, muchos de ellos patrocinados por Arabia Saudita.

Barack Obama intentó resolver al acertijo iraní con una negociación de fondo que concluyó en el acuerdo firmado por Teherán con el grupo llamado P5+1 (los cinco miembros del Consejo de Seguridad, Estados Unidos, Rusia, China, Francia e Reino Unido + Alemania) donde Irán se comprometió a mantener un programa nuclear de destino civil estrictamente. Desde su campaña presidencial, Trump se opuso a dicho acuerdo y en 2018 retiró abruptamente a Estados Unidos del mismo.

¿Y EN CASO DE GUERRA?

Actualmente, atacar a Irán de forma deliberada podría ocasionar una guerra, lo cual es sumamente peligroso para Washington por las siguientes razones:

  • Las guerras de Afganistán (2001–actualidad) y de Irak (2003–2011) son consideradas fracasos geopolíticos monumentales, lo cual impide una acción militar contundente contra Irán.
  • La invasión de Irak en 2003 convirtió a Irán en el país más influyente de la zona y con mayor capacidad de maniobra geopolítica y militar.
  • En la guerra interna siria, apoyado por Rusia, Irán ha sido el artífice de la victoria del presidente Bashar Al Assad, acrecentando su influencia sobre el terreno.
  • Desde que Estados Unidos se retiró de Irak en 2011, los proiraníes e Irán se convirtieron en un factor decisivo de la política del país.
  • El general Soleimani y las fuerzas militares iraníes fueron claves para derrotar al Estado Islámico.

Teniendo esto en cuenta, una guerra abierta entre Estados Unidos e Irán dejaría derrotados a los dos protagonistas y sería conveniente para el Estado Islámico que aún existe y se recompone rápidamente.

Además, el escenario geopolítico de Medio Oriente parece cada vez más propicio para el aumento de la influencia rusa y china.

*Profesor Titular de la Universidad Nacional de Colombia.

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