EL FASCISMO VUELVE A ITALIA

EL FASCISMO VUELVE A ITALIA

Victoria de Giorgia Meloni.

En Italia ganó Giorgia Meloni, primera líder de extrema derecha en ese país después de Benito Mussolini. Su partido, Hermanos de Italia, es aliado del partido de extrema derecha Vox de España, del partido nacionalista Ley y Justicia que gobierna Polonia y del partido Demócratas de Suecia que surgió del propio movimiento neonazi. Analizamos “el regreso del fascismo a Italia” con la profesora Ruth Ben-Ghiat, autora del libro “Strongmen: Mussolini to the Present” (Hombres fuertes: de Mussolini a Trump). Ben-Ghiat afirma que Meloni, que se autodefine conservadora, “considera que su partido es el verdadero portador de la herencia fascista a la actualidad”. Ben-Ghiat también explica por qué Meloni es parte de un “diseño transnacional” para crear una cultura política de extrema derecha en toda Europa.

El fascismo llega al poder en Italia un siglo después. La seguidora de Mussolini, Giorgia Meloni, ha ganado las elecciones italianas con la coalición de ultraderecha que forma junto al extremista Salvini y al populista Berlusconi. Los amigos de Putin, Orban, Abascal y Le Pen formarán gobierno después de obtener la mayoría en el Parlamento y Senado. La internacional ultraderechista asesorada por Steve Bannon ha aplicado las mismas fórmulas que vienen dando éxito desde Trump: presentarse como alternativa al desencanto que provocan el sistema y la inestable clase política, aunque sus líderes sean un multimillonario, su viejo socio y su ex ministra de Juventud. Gana la antipolítica. Puedes ver el video completo aquí:

¿Quién es y de dónde viene Giorgia Meloni? ¿Qué es lo que propone para Italia y Europa? ¿Qué nos ha traído hasta aquí? ¿Qué retos tiene el futuro gobierno? ¿Cómo afectarán las elecciones a nivel global?

Lo analizamos con las periodistas Irene L. Savio que está en Italia y está cubriendo las elecciones para El Periódico,  Mariangela Paone que escribe para Eldiario.es. Y con el historiador Steven Forti, autor de “Extrema derecha 2.0. Qué es y cómo combatirla” y Jaime Bordel, coautor del libro “Salvini y Meloni: Los hijos del nuevo siglo italiano.

Giorgina Meloni

Carmen P. Flores

Buena parte del mundo estaba pendiente de las elecciones que se han celebrado este domingo en Italia, por los resultados que días antes daban las encuestas, nada tranquilo para la democracia del país en forma de bota. La ultraderecha, decían, junto con otros partidos similares, iban a tener los votos suficientes para gobernar el país.

Una vez más, las encuestas no se han equivocado y a una mujer de 46, Giorgina Meloni- apellido frutero- se va a convertir en la primera mujer que dirija el destino del país, gracias a la coalición que debe hacer con La Liga Nacional de Matteo Salvini y Forza Italia del incombustible Silvio Berlusconi. La suma de los tres partidos ha conseguido el 44% de los votos frente al 26% del centro izquierda. Ahora bien, si se suma al  centro-izquierda  los votos de Matteo Renzi y Carlo Calenda, que por primera vez apareció expresamente como una fuerza liberal del centro político, con un buen 7%, más más la incorporación  otros partidos pequeños, tendría alrededor del 46% de los  votos. Pero esa posibilidad parece inviable y Enrico Letta, con casi un 20% de los votos se quedará reflexionando sobre los resultados que le han dejado fuera del gobierno.

Este resultado ha hecho saltar las alarmas en los países de la Unión Europea, que se temen cambios importantes en las relaciones con la UE a tenor de las declaraciones realizadas por Meloni durante la campaña que no eran precisamente muy tranquilizadoras. La pregunta que se hace  todo el mundo es ¿ha vuelto el fascismo a Italia?. Si tenemos en cuenta el eslogan elegido por la Meloni “Dios, patria y familia”, el mismo, que utilizaba el Partido Nacional Fascista de Mussolini en los años 30, y que instaló una dictadura durante 13. Hay que recordar también que Mussolini se convirtió en uno de los principales aliados de Hitler durante la segunda Guerra Mundial.

Por si eso no fuera suficiente para tener dudas sobre si Meloni tiene veleidades fascistas, como sus colegionarios españoles de Vox, en un mitin del partido de Abascal en el cierre de campaña de las elecciones andaluzas en el que participó la ganadora de las elecciones italianas, esta apeló a las “raíces cristianas y a una batalla con Europa para defender los valores cristianos y la universalidad de la cruz. También cargó contra la inmigración, la multiculturalidad, el movimiento LGTBI, el proyecto europeo».

Defiende a ultranza la “familia tradicional”, de  otros tipos de familias no quiere ni oír hablar de ellas, porque para esta no existen. Unas claves que define muy bien hacia donde quiere llevar su ideario y planteamientos políticos al nuevo gobierno italiano. De todas maneras, la coalición de los tres partidos y personajes como el propio Berlusconi, Salvine y Meloni como protagonista, puede que no dure mucho, y una vez más, antes de dos años puede que se produzcan nuevas elecciones.

La fuerza y las vinculaciones ideológicas de la frase «Dios, patria y familia» fue utilizada por el aun presidente del Brasil, Jair Bolsonaro en el 2020 con motivo de las elecciones municipales. Ya se sabe  lo demócrata que es el presidente brasileño, pero este eslogan, ya lo utilizaba en los años 30 el partido Acción Integrista Brasileño, un partido político de extrema derecha y tradicionalista, inspirado en el fascismo italiano.

Como ha todo hay que dar tiempo, se le dará, pero estos resultados no tienen buena pinta y la ola de la ultraderecha en Europa es un fenómeno que no hay que frivolizar, sino que sirva de lección de que algo estarán haciendo mal los demócratas.

Meloni ha escogido el eslogan “Dios, patria y familia”, heredado del fascismo de los años 30. Sobre él, la ultraderechista ha dicho que es “el más hermoso manifiesto de amor” y que ella es “heredera de una tradición, una cultura, una identidad y una pertenencia”.

Entre el enfado y el miedo

El ‘neofascismo’ vuelve a las puertas del poder en Italia: ¿cómo se ha llegado hasta aquí?

Hay una enorme parte de la sociedad italiana enfadada y asustada. Enfadada con el deterioro constante de su calidad de vida y asustada ante un futuro incierto

Javier Brandoli

Piero es un romano de 43 años sin estudios universitarios, de clase media-bajando —como buena parte del país—. Era dueño de una pequeña empresa alimentaria que quebró y ahora trabaja como comercial con un salario bajo, especialmente para el coste de la vida a la que estaba acostumbrado y al ser pareja de una diplomática europea. “Yo voy a votar por Meloni”, explica en una cena

¿Qué es el fascismo?

El fascismo fue un movimiento político y social de carácter nacionalista y totalitario surgido en Italia en 1919, luego de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Su creador fue Benito Mussolini, quien gobernó el Estado italiano desde 1922 hasta 1945.

Desde Italia, el fascismo se difundió rápidamente a otros países de la Europa de entreguerras, entre ellos Alemania, Rumania, Bulgaria, Portugal y España. La Alemania nazi gobernada por Adolfo Hitler (1933-1945) llevó el fascismo a sus últimas consecuencias, obteniendo el apoyo de gran parte de la sociedad a la guerra, la discriminación y el racismo.

El fascismo se basó en una ideología de extrema derecha que rechazaba tanto la democracia liberal de competencia de partidos, como los regímenes socialistas de partido único, basados en el marxismo leninismo.

Sus métodos de gobierno totalitarios incluyeron el culto a la personalidad del líder, la persecución de los dirigentes opositores y la discriminación de las minorías.

Luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el fascismo perdió popularidad y se transformó en un movimiento político minoritario. En ese contexto, el término fascismo comenzó a ser usado de manera peyorativa para calificar a actitudes autoritarias, racistas y discriminatorias.

En la actualidad, diversos partidos de extrema derecha de Europa pretenden revitalizar el fascismo para llegar al poder.

Características del fascismo

Las principales características del fascismo fueron las siguientes:

  • Concentró todos los resortes del Estado en un líder supremo, que exigía obediencia absoluta a sus subordinados. A este líder o conductor (llamado Duce en Italia, Führer en Alemania, Conducator en Rumania) se lo consideraba infalible, por lo que nadie podía cuestionar sus decisiones.
  • Rechazó el sistema democrático al proclamar al partido oficial como el único habilitado para actuar legalmente en la vida política y ocupar los cargos del Estado. Esta pretensión de que un único partido representara los intereses de toda la sociedad hizo del fascismo un movimiento totalitario.
  • Persiguió y reprimió a los opositores, que debieron exiliarse para no ser encarcelados o asesinados.
  • Promovió políticas expansionistas, que impulsaron la conquista de territorios vecinos en busca de un espacio vital que asegurara la provisión de las materias primas necesarias para el desarrollo económico.
  • Realzó el rol de las fuerzas armadas, que debían estar preparadas para defender los ideales del Estado y luchar tanto contra los enemigos internos como externos.
  • Se basó en una ideología que exaltaba la idea corporativista frente a la de individuo o intereses de clase. Fomentaba ideales racistas que promovían la discriminación y persecución de los grupos que amenazaran la idea de una nación unida.
  • Manipuló los medios de comunicación para obtener el apoyo popular. Las propagandas en cine, radio, diarios y televisión jugaron un rol fundamental en la estrategia del fascismo para crear una ideología que mantuviera aglutinado al pueblo en torno a ciertos objetivos, como recuperar territorios perdidos en el pasado, detener la expansión del comunismo, o expandir el territorio nacional.
  • Controló la educación para que exaltara las ideas de patria, nación y la ideología fascista.

Origen del fascismo

Luego de la finalización de la Primera Guerra Mundial, las expectativas que tenían los italianos de extender su territorio quedaron frustradas por el Tratado de Saint-Germain-en-Laye, que estableció el desmembramiento del Imperio austrohúngaro.

La primera reacción nacionalista fue la del poeta Gabriele D’Annunzio, que encabezó una aventura militar que culminó en la ocupación de la ciudad croata de Fiume, en la que estableció un Estado libre.

Mientras tanto, el 23 de marzo de 1919, Benito Mussolini fundaba la agrupación «Fasci italiani di combattimento» (Liga italiana de combatientes), que cobró visibilidad por su participación en luchas callejeras contra huelguistas y comunistas, vistiendo camisas negras y usando correajes militares.

El temor de las clases medias a que se produjera en Italia una conmoción social similar a la Revolución rusa fue uno de los factores que favoreció el ascenso de los fascistas, ya que fueron vistos como la mejor arma para impedir la extensión del comunismo obrero.

El 9 de noviembre de 1921 Mussolini transformó su agrupación en un partido político, al fundar el Partido Nacional Fascista (PNF), que se caracterizó por su oposición tanto al liberalismo como al socialismo.

En 1922, los fascistas protagonizaron la Marcha sobre Roma, tras la cual el rey Víctor Manuel III decidió entregar el poder a Mussolini.

Tras el secuestro y asesinato del diputado socialista Giacomo Matteotti, en 1924, Mussolini comenzó a darle forma a un régimen político nacionalista y autoritario, que fue tomado como modelo por otros dirigentes políticos de la Europa de entreguerras.

Símbolo del Partido Nacional Fascista de Italia, fundado por Benito Mussolini en 1921. Estaba inspirado en los fasces romanos, que eran transportados por los lictores como signo de autoridad de los magistrados republicanos.

Representantes del fascismo

Los principales representantes del fascismo en Europa fueron los siguientes:

  • Benito Mussolini (1883-1945): militar y político italiano. Gobernó Italia desde 1922 hasta 1943 como presidente del Consejo de Ministros Reales, durante el reinado de Víctor Manuel III. Entre 1943 y 1945 fue el líder de la República Social Italiana.
  • Adolf Hitler (1889-1945): dirigente político alemán, líder del Partido Nacional Socialista Alemán. En 1933 ganó las elecciones generales y ocupó el cargo de canciller. Entre 1934 y 1945 estableció una dictadura y gobernó Alemania como Führer del pueblo alemán.
  • Miklós Horthy (1868-1946): almirante húngaro, que desempeñó el cargo de regente del reino de Hungría, desde 1920 hasta 1944. Adhirió al Pacto Tripartito firmado por las Potencias del Eje en 1941.
  • Ion Antonescu (1882-1946): general rumano, ministro de guerra del rey Carol II. En 1940 tomó el poder por la fuerza apoyado por la agrupación fascista Guardia de Hierro. Gobernó con poderes dictatoriales hasta su destitución, en 1944. Fue estrecho aliado de Hitler y Mussolini.
  • Francisco Franco (1892-1975): militar y político español, quien lideró un golpe de Estado contra el gobierno del Frente Popular, en 1936. Lideró el bando nacionalista durante la Guerra civil española. Gobernó España desde 1939 hasta 1975, como generalísimo y dictador supremo.
Bibliografía:
De Felice, Renzo. Autobiografía del fascismo (1919-1945). Torino, Einaudi. 2004. Gentile, Emilio. La vía italiana al totalitarismo. Partido y Estado en el régimen fascista. Buenos Aires, Siglo XXI Editores. 2005. Paxton, Robert O. Anatomía del fascismo. Barcelona, Península. 2005.

Editorial Grudemi (2019). Fascismo. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/fascismo/). Última actualización: julio 2022.

El nombre de fascismo proviene de los haces de varas que eran el símbolo de la autoridad de los magistrados en la antigua Roma. También se conoce como revuelta delos fasci a una que tuvo lugar a finales del siglo XIX en Sicilia. El nombre lo utilizará Benito Mussolini al crear los fasci di combatimento en Milán en 1919, esos grupos de excombatientes que tenían como objetivo principal reventar las huelgas obreras. El denominar a todo tipo de partido o régimen político con estas características.

En el tema que tratamos vamos a desarrollar las características específicas del fascismo italiano, desde la fundación del partido por Mussolini (que es la figura dominante, el líder carismático), la conquista del poder y su gobierno hasta la II Guerra Mundial en que fue derrotado.

LA ITALIA DE POSGUERRA.

En este apartado analizaremos los graves problemas por los que pasa la Italia de

Posguerra para entender en qué ambiente se produce el nacimiento y desarrollo del

fascismo italiano.

1. La victoria mutilada.

Ya veíamos en el tema anterior que Italia se sentía frustrada tras la I Guerra Mundial. Aunque se sitúa en el bando de los vencedores, la paz es una victoria mutilada.

Las pérdidas materiales y humanas (un millón de víctimas) no son recompensadas con una generosa entrega de territorios, solamente reciben pequeñas compensaciones territoriales: el Trentino al norte, Istria y el puerto de Trieste en el Adriático y las islas del  Dodecaneso en el Egeo, pero no toda la costa de Dalmacia que les habían prometido los aliados en el Tratado de Londres de 1915. El país se encuentra engañado y humillado por los grandes, este sentimiento será capitalizado por Gabriele D´Anunzio para conquistar Fiume en Yugoslavia, aunque tuvo que ser devuelto posteriormente.

2. La situación económica.

Tras la Guerra Italia tiene una economía arruinada. Además lo arcaico de sus estructuras económicas se nota en el dato de que el 55% de Gabriele d´Anunzio. la población activa se sigue dedicando a la El fascismo italiano. agricultura. Las principales zonas industriales se localizan en el norte del país y las diferencias entre el norte y el sur (mezzogiorno) son enormes. En las ciudades la reconversión de las industrias de guerra genera grandes masas de parados. A este panorama desastroso se une una inflación tremenda que genera un aumento espectacular de los precios mientras los salarios siguen congelados. Los problemas financieros del Estado no son menores, la deuda del Estado es de 63.000 millones de liras, una cifra enorme.

3. La agitación social.

Como podemos deducir de los datos anteriores la situación social era muy tensa. En las ciudades eran frecuentes las huelgas y la ocupación de fábricas por los obreros que se veían amenazados por el paro. Las huelgas, generalmente, degeneraban en enfrentamientos. En el campo la agitación era parecida y la propaganda anarquista cuaja

entre los campesinos que no dudan en ocupar tierras.

La revolución rusa ya se ha producido y esto anima a los obreros de toda Europa que ven en ella un modelo a seguir. Por el contrario los patronos sienten un gran temor a

que estalle la revolución bolchevique y no dudarán en utilizar todos los medios a su

alcance para evitarlo. Serán frecuentes los tiroteos entre patronos y revolucionarios.

4. La situación política.

Desde 1919 se suceden en Italia gobiernos inestables, no duran nada y son frecuentes las crisis ministeriales. La inestabilidad junto con la debilidad de los gobiernos hace que la democracia aparezca como un sistema político desprestigiado.

Los sucesivos gobiernos se muestran impotentes contra la agitación social, y son muchos los que piden un gobierno fuerte y orden en las calles. Esas peticiones serán atendidas por los fascistas.

Los grandes partidos que hay en ese momento en Italia pasan por una etapa de

crisis interna.

3 El Partido Socialista es partidario de la República, defiende la supresión del Senado y un sufragio universal directo, está a favor del derecho a la huelga y de la confiscación de las tierras no cultivadas.

Pero en su interior se va a producir una lucha interna entre el ala derecha de carácter reformista y partidaria de llegar a acuerdos con la burguesía progresista, y el ala  izquierda del partido que sigue siendo partidaria de las ideas de Marx y de la conquista del poder por los obreros. Este sector de la izquierda del partido se saldrá del Partido Socialista en 1921, como en casi toda Europa, y creará el Partido Comunista Italiano que será dirigido por Malatesta.

El otro gran partido es el Partido Popular Italiano que engloba a la derecha y a los católicos que participan en política. En sus programas piden el voto de la mujer, la descentralización administrativa y un senado electivo, no por designación real.

Estos dos partidos son los mayoritarios y tienen ya una concepción y una organización moderna para dirigir a las masas.

Frente a estos dos partidos surge en 1919 los Fasci italiani di combattimento y las Squadre d´azione organizaciones fascistas de Mussolini que todavía no tienen ningún peso pero que empiezan a hacerse notar al actuar de forma brutal contra popolari y socialistas.

II. MUSSOLINI Y EL FASCISMO.

  1. Mussolini y el nacimiento del fascismo.

Benito Mussolini (1883-1945) va a ser el líder indiscutible y carismático del fascismo italiano. De orígenes modestos se va a encumbrar en las más altas magistraturas del Estado. Su padre era un socialista convencido y los primeros pasos en política de Mussolini serán en ese partido. En 1900 dirige el periódico socialista Avanti pero al llegar la I Guerra Mundial será expulsado por defender la participación italiana en la contienda. Funda entonces un nuevo periódico Il popolo d´Italia. En 1919 canaliza el descontento de posguerra y funda en Milán los fasci di combatimento integrados por excombatientes,

anarquistas, extremistas… y actuarán de forma violenta para reprimir huelgas y manifestaciones obreras.

En el año 1920 al ocupar fábricas los socialistas y ante la impotencia del Gobierno inicia una ofensiva contra los socialistas.

  • El ascenso del fascismo.

Los fascistas van a adquirir cada vez más fuerza, las squadre d´Azione y los fasci di combatimento se enfrentan a piquetes socialistas y atacan a municipios gobernados por socialistas. El Gobierno en vez de poner fuera de la ley a los fascistas, disuelve los municipios gobernados por los socialistas, es la quiebra de la democracia, el Gobierno no castiga a los culpables sino que hace la vista gorda y golpea a las víctimas, para muchos la democracia ya no tiene credibilidad.

A partir de 1922 Mussolini cuenta con la simpatía del gran capital, la patronal italiana, Cofindustria, aporta dinero para subvencionar a los grupos fascistas que utilizan, sin  apenas disimulo, material del ejército. Por si fuera poco la justicia se muestra   benevolente con sus acciones violentas. Ante el anuncio de huelga general del 1 de agosto de 1922, Mussolini lanza un ultimátum al Gobierno y a los huelguistas, el partido fascista se muestra como la garantía del orden público, algo que no puede garantizar el Gobierno.

En octubre de 1922 el Consejo Nacional Fascista, máximo órgano del Partido Fascista, reunido en Nápoles, propone la marcha sobre Roma para “convencer” al rey Víctor Manuel III para que entregue el poder a Mussolini. El rey, poco partidario del parlamentarismo y temeroso del avance de la izquierda, encarga a Mussolini formar gobierno el 29 de Octubre de 1922, Mussolini ha llegado al poder.

  • El fascismo en el poder.

La instauración del estado fascista es lenta y pasa por varios pasos sucesivos.

a) La primera fase: la eliminación de la oposición (1922-1926).

En su primer gobierno Mussolini respeta las instituciones y los ministros son de

todos los partidos menos socialistas, ministros fascistas hay muy pocos, estos controlan,

sobre todo, las subsecretarías.

El hecho más importante de esta etapa es la eliminación de la oposición de manera violenta, la violencia fascista hace que los popolari abandonen el Gobierno en 1924. En 1924 Mussolini se hace también una ley electoral a su medida, en ella dice que el partido

que obtuviese el 25% de los votos recibiría 2/3 de los escaños, así la oposición quedaba

debilitada. El hecho más escandaloso de la violencia fascista fue el caso Matteotti, secretario general socialista que criticó la violencia fascista y el fraude en el recuento de votos, fue secuestrado y asesinado por bandas fascistas. Este hecho hizo que los diputados de la oposición abandonaran la Cámara, esto fue una gran torpeza política porque así Mussolini y el Partido Fascista quedaban solos en las instituciones. La oposición tendrá que trabajar desde el extranjero.

La reforma escolar de Gentile organiza la enseñanza subrayando la enseñanza de la civilización grecolatina frente a la enseñanza de materias técnicas.

b) La creación del Estado totalitario (1926-1936).

Una vez eliminada la oposición Mussolini prosiguió la tarea de construir un Estado fuerte y totalitario. El primer paso fue la supresión de la libertad de prensa y de la libertad de reunión. El segundo fue la persecución de los políticos no fascistas. Para gobernar con más comodidad en 1926 Mussolini aumenta los poderes del primer ministro, es decir, de sí mismo, el duce legisla a través de decretos-leyes sin contar para nada con el Parlamento.

La implantación de un Estado que controla todo se apoyará también en la nueva policía política llamada Ovra (Organización para la vigilancia y la represión del antifascismo).

El Partido Fascista tiene una gran influencia, pero el poder político está en manos de Mussolini que no responde ante nadie y es apoyado por el Consejo Nacional Fascista. El número de afiliados va a crecer, sobre todo entre los funcionarios que ven peligrar su puesto de trabajo.

En 1927 se firma la Carta del lavoro por la cual los sindicatos eran sustituidos por corporaciones en las que se integraban a los trabajadores y patronos en cada ramo de la producción. Era un intento de acabar con la lucha de clases. Los fascistas ven en estas corporaciones el recuerdo de los gremios medievales. En el fondo estas corporaciones laborales eran una forma más de intervenir el Estado en la economía y controlar a los trabajadores. Los representantes de las distintas corporaciones integraban el Consejo Nacional de Corporaciones.

Además de todas estas corporaciones laborales, la población se encontraba encuadrada en instituciones de corte fascista. Los niños entraban en grupos de balillas y las niñas en pequeñas italianas; los universitarios integraban los grupos Universitarios Fascistas, las mujeres también tenían su correspondiente organización. La de más alta aceptación fue la Opera Nazionale Dopolavoro que gestionaba el ocio y el tiempo libre.

Como vemos toda la sociedad estaba encuadrada dentro de organizaciones fascistas y

todos los aspectos de la vida estaban controlados por el fascismo y fuera de sus  organizaciones era difícil sobrevivir.

Un hecho importante fue la firma de los acuerdos con la Santa Sede en los Pactos de Letrán de 1929, por ellos se firmaba definitivamente la paz entre la Iglesia y el Estado italiano. El Papa, desde la toma de Roma por los partidarios de la unificación italiana en 1870, vivía recluido en El Vaticano y no reconocía al Estado italiano. Ahora reconocerá al Estado italiano y se normalizarán las relaciones. A cambio el Estado reconoce al    Estado Vaticano como un país independiente y le da una indemnización de 750 millones de liras. Con este pacto Mussolini se ganó la admiración de los católicos de todo el mundo.

De todas formas la relación con la Iglesia pasaría por altibajos cuando Mussolini aumentó sus tendencias autoritarias.

En esta etapa Mussolini va a iniciar su campaña a favor de la natalidad, esta política natalista supone un freno a la emigración, ante el aumento de la población se necesitan nuevos territorios y esa necesidad será esgrimida por Mussolini para justificar su imperialismo. Los resultados de esta política son espectaculares, en 15 años Italia pasa de 38 a 45 millones. La natalidad se fomenta, entre otras cosas, imponiendo un impuesto especial a los solteros.

En 1936 se considera plenamente instaurado el Estado totalitario fascista y hasta su desaparición con motivo de la II Guerra Mundial no cambiará en esencia sus instituciones.

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