4 CLAVES DEL NUEVO DIÁLOGO QUE EL GOBIERNO Y OPOSICIÓN DE VENEZUELA MANTIENEN EN MÉXICO

4 CLAVES DEL NUEVO DIÁLOGO QUE EL GOBIERNO Y OPOSICIÓN DE VENEZUELA MANTIENEN EN MÉXICO

Marcos González Díaz

Corresponsal de BBC News Mundo en México

Siete puntos de discusión marcan el nuevo proceso de diálogo entre gobierno y oposición de Venezuela.

Tras el fracaso de negociaciones anteriores, la última de ella en Barbados hace dos años, todas las miradas se centran ahora en este nuevo intento para tratar de dar solucióna la creciente crisis política, económica y social que azota a Venezuela.

De nuevo con la mediación del gobierno de Noruega, ambas partes firmaron un memorando de entendimiento en el que afirman estar dispuestos a acordar las condiciones necesarias para celebrar elecciones en el país «con todas las garantías» y subrayan la necesidad de que sean levantadas las sanciones internacionales contra Venezuela.

Y en el inicio simbólico de esta nueva ronda de discusiones, los representantes de las delegaciones mostraron, al menos de cara al público, la mejor de sus intenciones por llegar ahora sí a un acuerdo tras años de enfrentamiento.

Y en el inicio simbólico de esta nueva ronda de discusiones, los representantes de las delegaciones mostraron, al menos de cara al público, la mejor de sus intenciones por llegar ahora sí a un acuerdo tras años de enfrentamiento.

«Esta firma significa mucho, significa todo, porque significa esperanza», dijo el presidente de la Asamblea Nacional venezolana y representante de la delegación del gobierno,Jorge Rodríguez.

«Ya sabemos en qué no estamos de acuerdo (…). El trabajo ahora es buscar dónde encontramos puntos de confluencia para garantizar el porvenir y la felicidad del pueblo de Venezuela», aseguró.

Por su parte, el representante de la oposición bajo el paraguas de Plataforma Unitaria de Venezuela, Gerardo Blyde, reconoció que cada lado «ha tenido que ceder parte de su narrativa para lograr un punto medio de inicio, teniendo la convicción de que el proceso es más que necesario».

El objetivo, dijo, es «lograr un acuerdo integral que conviene a todos, en el que nadie se sienta vencido y todos nos sintamos incluidos».

Estas son algunas de las claves del nuevo proceso de negociación entre gobierno y oposición venezolana:

1. LEVANTAMIENTO DE SANCIONES INTERNACIONALES

El «levantamiento de las sanciones y la restauración de derecho a activos» es uno de los siete puntos de la agenda acordada por ambas partes para el diálogo en México.

La difícil situación económica por la que atraviesa el país hace que el tema de las sanciones sobre funcionarios y empresas venezolanas sea una de las prioridades para el gobierno de Nicolás Maduro.

También exigirá la administración de los activos congelados de Venezuela en el exterior. Ya en mayo adelantó que una de sus condiciones era «la devolución de cuentas bancarias a Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el Banco Central».

Otro requisito anunciado previamente por Maduro fue el «reconocimiento pleno» de la Asamblea Nacional y los poderes del país que en la agenda del diálogo quedó plasmado como «Respeto al Estado Constitucional de Derecho».

«De ahí en adelante, estoy dispuesto a ir a donde quieran», dijo en Caracas el presidente venezolano.

Así pues, más que en la oposición, la pelota lanzada por Maduro recae sobre todo en el tejado de EE.UU., cuyo anterior gobierno liderado por Donald Trump endureció las sanciones sobre el país sudamericano y que ahora parece mostrar un talante más distendido con Joe Biden.

Nicolás Maduro ya dejó claras sus exigencias para que el gobierno participara en el nuevo proceso de diálogo.

El mes pasado, por ejemplo, EE.UU. aceptó permitir a las compañías no estadounidenses exportar gas licuado de petróleo a Venezuela y apunta a seguir flexibilizando otras sanciones -aunque no se sabe hasta qué punto – si el gobierno de Maduro muestra voluntad de entendimiento.

2. CELEBRACIÓN DE ELECCIONES CON GARANTÍAS

Por su parte, la oposición llega al diálogo con el objetivo de alcanzar un «acuerdo de salvación nacional» que permita superar la grave crisis que vive el país.

Entre los puntos de la negociación se contemplan «garantías electorales para todos» y un «cronograma electoral para elecciones observables».

El opositor Juan Guaidó ya había exigido «condiciones para elecciones libres y justas» como uno de sus principales reclamos, sin pedir ahora la inmediata salida de Maduro del poder como sí ha hecho anteriormente.

La oposición llega a este diálogo en México sin la fuerza y respaldo que disfrutaba cuando Guaidó se proclamó «presidente encargado» del país en 2019 y tras la pérdida formal este año de la Asamblea Nacional como su último bastión tras no participar en los comicios legislativos de finales de 2020.

A falta de saber qué poder de negociación tendrán realmente sobre unas futuras elecciones presidenciales, el test más inmediato para ese cronograma electoral que exigen los opositores sonlos próximos comicios de gobernadores y alcaldes en noviembre.

Aún no hay consenso sobre si concurrirán o no a esta cita electoral todas las principales fuerzas opositoras, que rechazan participar en comicios desde 2018 al considerar que no existen garantías y condiciones justas para ello.

Junto a este deseo de encontrar una salida electoral, la oposición pondrá sobre la mesa de negociación cuestiones como el levantamiento de inhabilitaciones de líderes políticos para ejercer cargos públicos. «Derechos políticos para todos», se lee como otro de los puntos de la agenda.

También impulsará que se continúe con la liberación de diputados y otros políticos que permanecen presos, refugiados en embajadas o en el exilio. El pasado septiembre, Maduro otorgó un indulto presidencial a un centenar de presos a tres meses de celebrarse las elecciones parlamentarias.

3. AYUDA HUMANITARIA

La población venezolana, que en parte mira con incertidumbre este diálogo tras los fracasos de cumbres anteriores, es la que continúa sufriendo la peor crisis de su historia reciente.

A los largos años de recesión, hiperinflación y pérdida de poder adquisitivo que contribuyeron a que millones de personas abandonaran Venezuela, desde el año pasado se sumó el impacto de la pandemia de covid-19 que acentuó aún más las dificultades.

La ayuda humanitaria será por lo tanto otra de las claves de este diálogo.

Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, uno de cada tres venezolanos no tiene suficiente para comer. Es otro efecto de las sanci9onmes imperiales y de sus socios.

Y, aunque a todas luces insuficientes, el país sudamericano ya ha dado en efecto algunos pasos en esa dirección.

El pasado abril, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU -que clasificó a Venezuela entre los cuatro países del mundo con mayor inseguridad alimentaria- llegó a un acuerdo con el gobierno para mitigar la crisis alimentaria que afecta especialmente a los niños.

En un gesto inusual, el acuerdo fue celebrado tanto por el gobierno como por la oposición, que en el pasado acusó a Maduro de utilizar la ayuda internacional para reforzar la posición de su gobierno y entregarla únicamente a quienes respaldan su partido.

Venezuela también enfrenta serias dificultades para la obtención de vacunas contra el covid-19 queya se ha cobrado casi 4.000 vidas y ha contagiado a más de 300.000 personas, según datos de la Universidad Johns Hopkins.

El pasado mes, Maduro dio un ultimátum al mecanismo COVAX, que busca garantizar la inmunización a los países más pobres, al asegurar que no habían recibido las dosis acordadas pese a haber pagado los US$120 millones requeridos.

Semanas más tarde, la Organización Panamericana de la Salud confirmó que Venezuela recibirá las vacunas chinas Sinovac y Sinopharm «entre julio y septiembre» a través de COVAX.

4. EL PAPEL DE MÉXICO COMO ANFITRIÓN

Los representantes de ambas delegaciones reconocieron este viernes el papel de México a la hora de acoger la celebración de este encuentro.

«Queremos agradecer a nuestros anfitriones, que hacen gala de una manera de hacer diplomacia que garantiza el respeto al derecho de los demás, a la soberanía y a la autodeterminación», declaró Rodríguez.

AMLO insiste repetidamente en que la no injerencia en asuntos de otros países es una de las claves de su política exterior.

Pese a que el expresidente Enrique Peña Nieto trabajó para convencer a otros países de que abandonaran su apoyo al gobierno de Maduro, la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder supuso para México un regreso a la política exterior de no intervención.

«La mejor política exterior es la interior«, es una de sus frases más repetidas.

Con su postura, AMLO recuperó las bases de la doctrina Estrada, una práctica promulgada en 1930 y consagrada después en la Constitución que colocó los principios de libre autodeterminación de los pueblos y de no injerencia en asuntos internos de otros países como elementos clave de la diplomacia de México.

Y uno de sus apoyos a esta doctrina más evidentes fue precisamente respecto a Venezuela, cuando Guaidó se proclamó «presidente encargado» del país y México decidió desmarcarse de la línea mayoritaria de los países de la región, reunidos en el Grupo de Lima,para seguir reconociendo a Maduro como legítimo presidente.

Noruega, que ya participó en el fallido diálogo de Barbados y en otros procesos de resolución de conflictos internacionales como el celebrado en La Habana entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, vuelve a actuar como mediador en este nuevo diálogo, que cuenta con el visto bueno de EE.UU.

«Haremos todo lo posible para garantizar que estas negociaciones tengan resultado satisfactorio», dijo este viernes en la presentación del proceso el jefe del equipo facilitador de Noruega, Dag Nylander.

«Sin embargo, seguimos convencidos de que la crisis en Venezuela solo puede ser resuelta por los actores políticos venezolanos (…). Nadie más puede resolver esta situación por ustedes», agregó.

RUSIA Y PAÍSES BAJOS ACTUARÁN COMO «ACOMPAÑANTES» EN LAS CONVERSACIONES.

Está por ver si, esta vez sí, las negociaciones llegan a buen puerto entre las buenas intenciones de ambas partes. De momento, no se aclaró por cuántos días se prolongará el proceso ni cuándo se espera que pudiera alcanzar acuerdos concretos.

«Ya sabemos en qué no estamos de acuerdo (…). El trabajo ahora es buscar dónde encontramos puntos de confluencia para garantizar el porvenir y la felicidad del pueblo de Venezuela», aseguró.

Por su parte, el representante de la oposición bajo el paraguas de Plataforma Unitaria de Venezuela, Gerardo Blyde, reconoció que cada lado «ha tenido que ceder parte de su narrativa para lograr un punto medio de inicio, teniendo la convicción de que el proceso es más que necesario».

El objetivo, dijo, es «lograr un acuerdo integral que conviene a todos, en el que nadie se sienta vencido y todos nos sintamos incluidos»

+»Haremos todo lo posible para garantizar que estas negociaciones tengan resultado satisfactorio», dijo en la presentación del proceso el jefe del equipo facilitador de Noruega, Dag Nylander.

«Sin embargo, seguimos convencidos de que la crisis en Venezuela solo puede ser resuelta por los actores políticos venezolanos (…). Nadie más puede resolver esta situación por ustedes», agregó.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó que será retomado el proceso de diálogo entre el Gobierno y el sector extremista de la oposición, en función de recuperar los recursos del país que han sido secuestrados para atender diversas necesidades sociales.

El jefe de Estado recordó que Venezuela tiene «niveles muy avanzados de diálogo» con sectores sociales, económicos, políticos y culturales, pero «de manera particular nos hemos empeñado en el diálogo con el sector político dependiente del Gobierno de los Estados Unidos (…) con el sector que en algún tiempo se llamó guaidocista, ahora no lo es más».

«Ellos se han llamado la Plataforma Unitaria y hemos venido conversando varios meses con comisiones de trabajo en función de rescatar parte de los miles de millones de dólares que nos secuestraron con las sanciones y las medidas coercitivas unilaterales», enfatizó el mandatario.

El Gobierno de Venezuela y la oposición buscan tener una nueva ronda de diálogo el fin de semana en México, luego de un año del congelamiento de las conversaciones para buscar de una salida a la crisis política, de acuerdo con cinco fuentes conocedoras del asunto.

Estados Unidos además prepara una licencia ampliada para las operaciones de la petrolera Chevron en Venezuela si se realiza el encuentro entre el Gobierno venezolano y la oposición, según tres de las fuentes.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el miércoles que el 25 y 26 de noviembre se reiniciaron los diálogos entre los delegados del mandatario Nicolás Maduro y la oposición venezolana.

Petro participó junto a su par de Argentina, Alberto Fernández, en una reunión entre los delegados del gobierno venezolano y la oposición, en un encuentro en el marco del Foro París por la Paz, que promovió el mandatario galo.

Washington había señalado que cualquier relajación de las sanciones, incluida la concesión a Chevron de una licencia amplia para reactivar la producción de petróleo y recuperar los privilegios comerciales en Venezuela, sólo se produciría si las dos partes progresan en las conversaciones políticas.

Varios partidos opositores advirtieron de que es probable que retiren en 2023 su apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos, por lo que la reanudación de las conversaciones es crucial para el sector, que se ha visto disminuido por el exilio y encarcelamiento de algunos de sus dirigentes, así como por fracturas internas.

El diálogo entre el Gobierno y la oposición se suspendió en octubre del 2021 luego de que fue extraditado a Estados Unidos un empresario colombiano, aliado de Maduro, por cargos de lavado de dinero.

Maduro ha señalado en varias oportunidades que para volver a negociar con los opositores se tendrían que levantar todas las sanciones, entre otras condiciones. La oposición ha pedido garantías para las elecciones presidenciales, previstas para finales del 2023 o 2024, aunque portavoces del Gobierno no han descartado adelantarlas.

El Gobierno de Estados Unidos liberó a dos familiares de la primera dama venezolana que estaban en una cárcel del país por cargos de narcotráfico. Maduro también excarceló a seis exejecutivos del refinador estadounidense Citgo Petroleum, filial de la estatal PDVSA.

Fuente: Reuters

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